Justificados por su Gracia
Génesis 18: 23-33 RVR1960: “Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? 25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. 27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. 28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. 30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar”.
 
En este pasaje podemos ver la misericordia y amor de Dios por la humanidad. Al leer la conversación de Dios con Abraham, entendemos el dolor que sentía Abraham por aquellos hermanos que morirían, al ser destruida la ciudad, y su gran esfuerzo por interceder por ellos delante de Dios sabiendo el pecado que había allí.

En aquel tiempo, eran justos quienes cumplían la ley y creían en Dios, por lo que aquellos que no la seguían y eran pecadores no eran vistos de esta manera. Pero Dios escucha a Abraham sabiendo que él no podría encontrar ningún justo; sin embargo, en su infinita misericordia acepta no destruir la ciudad si fuesen hallados al menos 10; aun conociendo la maldad de aquel lugar aceptaría no destruirla porque es un Dios justo.
En el tiempo de la dispensación de la gracia, este tiempo, Jesucristo nos ha hecho justos ante el Padre (justificados), pues por su sangre que fue derramada en la cruz, fuimos lavados del pecado y perdonado, ahora el Padre nos ve a través de ella.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y lo que fue robado por el enemigo ha sido restaurado en Cristo. Entre esas cosas, la justicia de Dios, esa justicia que nos muestra el perdón de Dios para con nosotros, y por ende debemos reflejar lo mismo para con nuestros hermanos, pues todos cometemos errores, pero así como Dios nos perdona y nos ve con amor, así mismo debemos ver a nuestros hermanos.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MM)
#MiMetaEsPerdonar

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