La Bondad de Dios
 
Hechos 10:26-28 RVR1960: “Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo”.
 
Para poder profundizar en este pasaje del libro de los Hechos, es importante comprender el contexto histórico en el que se encuentra. En esta parte Pedro, uno de los doce discípulos de Jesús, recibe una visión de Dios en la que se le muestra que los gentiles (no-judíos), también son bienvenidos en la familia de la fe, la familia del Nuevo Pacto. La sociedad para ese entonces tenía una estructura muy rígida y definida; los gentiles eran vistos como impuros e indeseables, y no era correcto que un judío tuviera algún tipo de relación con ellos.
 
En este pasaje Dios nos da una enseñanza sobre cómo relacionarnos más allá de las formas. Las palabras de Pedro dejan ver que él entiende que la idea de hacer una separación y llamar inmunda a una persona, no es una idea del Padre; por el contrario, la relación de Dios con la humanidad se basa en el amor y el perdón que no conoce de límites, ni condiciones, porque Él nos amó primero.
 
En este mes en el que nuestra meta es perdonar, la pregunta que nos plantea esta reflexión es, ¿cuántas veces hemos actuado como esa sociedad implacable, llena de formas y de reglas?, ¿cuántas veces hemos puesto una barrera frente a personas que quieren conocer de Cristo, pero no se parecen a los cristianos que tenemos nosotros preestablecidos? Es momento de relacionarnos a través del amor y el perdón que Dios nos enseña en su palabra y así parecernos más a Él como sus verdaderos seguidores.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (GJ)
#MimetaesPerdonar

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