Juan16:13-14 RVR1960: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
El Espíritu Santo fue el gran protagonista en la última noche que nuestro Señor pasó con sus discípulos. En las escrituras se evidencia lo importante que era para Cristo que ellos entendieran el poder que les sería dado con su Santo Espíritu. Gracias a él somos dirigidos a la verdad y la revelación de su palabra, el poder para creer y seguir creyendo, proviene de Él.
Los discípulos fueron guiados en sus propósitos por Él y hoy en día podemos ser guiados de la misma forma si entendemos el poder de la persona del Espíritu Santo en nuestra vida. La obra de los discípulos no se hubiera podido realizar sin su poder, la nuestra igual. Fue Él quien inspiró a los hombres encargados de escribir las escrituras, y ¡su poder levantó a Cristo de los muertos! (Romanos 8:11). Cristo mismo trabajó en unidad con Él, imagínate si nosotros no tendremos la misma necesidad. El Espíritu Santo no es una señal que viene del cielo de vez en cuando, somos templo de Dios donde Él habita (1 Corintios 3:16).
Jesús lo describió como “El Consolador”. Él es nuestro aliado en momentos de duda, nos ayuda a discernir la cruz, el poder de la sangre de Cristo y la vida eterna, sin su ayuda no lograríamos entender el plan de salvación. Él es el quien nos llena de esperanza de un futuro mejor, nos da la sabiduría que le pedimos al Padre, es nuestra ayuda en tiempos de tempestad, nos llena de determinación para desaprender y aprender en nuestra nueva vida, nos recuerda lo que no le agrada a Dios. Él es el quien nos consuela cuando no entendemos lo que sucede y nos asiste para obedecer y aceptar los designios del Padre, por eso Cristo dice que será él quien nos guiará a toda verdad, porque sin Él seguiríamos engañados, cautivados por el mundo y perdidos en lo terrenal sin poder discernir lo espiritual (Juan 16:13).
El Espíritu Santo es el poder de Dios en nosotros, quien nos ayuda a permanecer, el que reafirma nuestros pasos y nos lleva a una santidad práctica, es decir, en nuestro día a día, el que nos ayuda a cumplir la palabra de Dios, su obra no para, es permanente.
La vida en la fe no es fácil, porque angosto es el camino que conduce a la vida (Mateo 7:13). Cristo lo sabía, por eso hizo énfasis en que si queríamos encontrar la verdad pidiéramos la asistencia del Espíritu de Dios. Vivir engañados es mucho más fácil que buscar la verdad, pero en este proceso no estamos solos y es menester buscar al Ayudador.
Él es la fortaleza detrás de nuestra determinación a creer, quien nos ayudará a avanzar en nuestra vida cristiana reemplazando las mentiras de nuestra mente por su verdad. Él es la Persona de la Trinidad enviada por el Padre para ayudarte, invítalo a tu vida y Él la transformará.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (GVO)
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