“Haz que sea la gratitud tu sacrificio a Dios y cumple los votos que le has hecho al Altísimo” (Salmos 50:14 NTV)
El salmista nos invita a practicar la Gratitud, primeramente, porque esto honra a Dios, y segundo porque es de beneficio para los que lo practican. Algunos afirman que la Gratitud es un componente del cuerpo que está relacionado con estar contento y alegre.
Cuando hablamos de gratitud hacia Dios, nos referimos a mantenernos en una buena y agradable relación con Él. Cuando somos creyentes agradecidos, tenemos claro en nuestro corazón que hemos recibido la más grande Dadiva en Dios y aunque vengan las pruebas y dificultades, nuestro mayor bien jamás nos será quitado.
Existirán ocasiones en las cuales las promesas de Dios no llegarán a nuestra vida en el tiempo que tanto se desea, esto puede ser un catalizador de duda y falta de gratitud si así lo permitimos. Un creyente con un corazón agradecido, procura ALABAR A DIOS en todo lo que haga, con un entendimiento correcto, en el que verá todo como un regalo y oportunidad de servir de la mejor manera a Dios.
Cada vez que dedicamos tiempo a enumerar las bendiciones que hemos recibido de parte del Señor y le damos la gloria por ello, estamos construyendo un puente de comunión hacia Él, y dentro de nosotros se produce alegría. Comencemos nuestro día recordando todo lo que hemos recibido de Dios, verdaderamente lo primero fue a Él y la Salvación de Jesucristo.
No dejemos pasar hoy la oportunidad de agradecer a Dios, miremos a nuestro alrededor nuevamente todas las bendiciones que hemos recibido, siempre hay algo por lo cual agradecer. ¡Dios es bueno! Las circunstancias siempre nos dirán lo contrario, pero debemos recordar que Nuestro Dios es ¡Maravilloso y Perfecto!
Cuando nos mantenemos en un estado de Gratitud, esto nos ayuda a contrarrestar los pensamientos negativos y críticos que a veces invaden nuestra mente, nos impiden pensar lo bueno y ser transformados para recibir lo que esperamos. Día a día demos una ofrenda agradable a Dios en todo lo que hagamos, practiquemos la Gratitud como un hábito y así obtenemos todos sus beneficios.
En este mes tan especial, entremos en una completa temporada de GRATITUD A DIOS con Libertad, Paz y Descanso. La alabanza y el agradecimiento son la clave principal. Así que invoquemos el Nombre de Jesús, porque es tiempo de exaltarle, hoy más que nunca por todo lo que estamos viviendo. ¡Amén!
JCRR– Casa de Refugio
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