La Imagen que Nos Representa
“Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.”. Marcos 12:13-17 RV1960
Siguiendo con la meta de ser enseñables, el de día de hoy tenemos una Palabra que tiene varias enseñanzas, y lo obvio seria hablar de la posición de Cristo frente al tema de los impuestos y como, para ese momento, la respuesta que El pudo ofrecerles a los hipócritas que lo cuestionaron, buscaba restarle popularidad. Sin embargo, llama la atención como la Sabiduría Divina de Jesús se impuso para darnos a conocer el sello del cual debemos estar dotados como verdaderos cristianos.
 
Genesis 1: 26 señala: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagenconforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.
 
Observemos que la redacción del versículo en es plural “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” siendo gratificante concluir que de este momento creativo también participaba Jesús.
 
Entonces, al conjugar la Palabra contenida en el Génesis con la porción del Evangelio de Marcos, es hermoso ver, como Cristo quiso dejarnos una enseñanza amorosa del reflejo que somos en este mundo y del que somos frente al Reino de Dios al cual pertenecemos: Somos reflejo Suyo, pues Él nos hizo a Su perfecta imagen y semejanza. Nos dotó de la capacidad de explotar de Sus mejores características, y de atender Su Palabra en obediencia, como el Hijo atiende al Padre.
 
Por eso, volviendo a nuestro versículo guía, Jesús gráficamente quiso evidenciar, no solo a quienes lo cuestionaban, sino también a los espectadores que rodeaban la escena, que Él no es un Dios que se impone con una imagen. La moneda o acuña que Jesús pidió ver, tenía la imagen del Cesar, pero los creyentes tenemos la Imagen de Cristo en el corazón, es El quien nos representa!!
 
Ahora bien, esto no es argumento válido para alentar la rebeldía del hombre sobre la autoridad de nuestros líderes políticos o gobernantes, Jueces o todos aquellos que tienen una jerarquía organizacional en la sociedad (como jefes, padres de familias, maestros, etc), pues la misma Palabra impone el deber de someternos a toda autoridad instituida, “porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay, por Dios están establecidas” (Romanos 13.1)
 
El amor de Dios y el hecho de pertenecer a Su Reino no nos habilita para hacer lo que nos apetezca en el orden social del mundo, pues ello simplemente no hablaría de Él, ni proyectaría Su imagen.
 
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio. Mi meta es enseñar y ser enseñable.
OLAM

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