La Oración Nuestra Mejor Arma
Proverbio 21:2 RVR1960: “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones.”
 
 El corazón humano, como dijo el profeta Jeremías, es engañoso. Podemos pensar que actuamos de una forma agradable a Dios tan solo porque así lo sentimos, cuando realmente va en contra de lo que Dios quiere que hagamos. 
 
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9-10
 
Según nuestro calendario y en concordancia con las Sociedades Bíblicas de Colombia, durante este mes debemos impactar al gobierno con nuestra oración. ¡Que tema tan importante!, tan actual y muy necesario por todo lo que estamos viviendo como país, pero sobre todo por el gobierno que nos dirige. Creo que muchas de las personas que trabajan en el sector público y en el gobierno, lo hacen por convicción y dan lo mejor de sí, sienten que están haciendo algo bueno por el país, pero sabemos que hay muchos otros que van en contra, no sólo de los principios éticos de la sociedad, sino también de los mandatos que Jesucristo nos dejó y es por ellos que hoy, con carga en mi corazón quiero levantar mi oración, para que Dios tenga misericordia y venga el don de un arrepentimiento genuino, que nos permita ver un milagro en nuestra nación, que toda maquinación del enemigo, toda venda que no deja ver, se caiga en el nombre de Cristo Jesús, porque así como lo dice el proverbio de hoy, están convencidos, según su opinión, de que hacen lo correcto, pero es el Señor el que conoce la verdadera intención de cada corazón. 
 
Dios es el único que conoce los corazones y los escudriña profundamente. Él sabe cuándo actúo de una manera honesta o no, él conoce cómo hago mi trabajo y aunque muchas veces tratemos de ponernos una careta y tal vez podamos engañar a las personas, Dios conoce nuestro corazón y las intenciones que hay en él.
 
Mi relación con Dios es vital para mi vida laboral, leer su palabra es lo que me mantendrá con los pies en la tierra y con una perspectiva correcta. Es el momento en que nosotros los creyentes debemos dar ejemplo de cómo vivir una vida bajo los parámetros de Cristo y con los principios del reino de Dios.
 
Bendecir, hablar bien de nuestra nación, orar por ella, ser justos y de testimonio es nuestro trabajo, es nuestro compromiso como hijos de Dios; por eso seamos correctos a la hora de hacer nuestro trabajo. En ocasiones sentimos este tema como algo lejano y en el que no podemos hacer mucho porque las cosas cambien, pero si como pueblo de Dios damos testimonio y como un sólo hombre intercedemos por nuestra nación, Dios obrará. Por tanto, no dejemos de orar por esta nación, de arrepentirnos genuinamente, de ser ejemplo para las personas a nuestro alrededor, porque esa es el arma más poderosa que tenemos en esta guerra, cada uno de nosotros debemos hacer nuestra parte como creyentes, pero la victoria la dará el Señor, porque como dice Proverbios 21:31: “El caballo se alista para el día de la batalla; mas Jehová es el que da la victoria.”
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (PG)

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