La Perspectiva correcta en el servicio

1 Pedro 5: 1-11 “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. A él sea el poder por los siglos de los siglos. Amén

El pastoreo es ingrato, se requiere amor incondicional, firmeza y una adecuada perspectiva de PARA QUIEN se hace. Pedro nos relata aquí lo que parecería ser su propia experiencia como Pastor del rebaño del Señor. Como discípulo de Jesús también había aprendido a dar sin esperar con el ejemplo del Rey del universo que se despojó de toda investidura para servir.

Ese cuadro aparentemente tan lejano a nosotros fue lo mismo que vivió nuestro Señor Jesucristo con cada uno. El, cómo nuestro buen pastor lidia a diario con nosotros, ovejas tercas, voluntariosas y desagradecidas. Por eso, es El quien mejor sabe que llegará el momento del desánimo, pero como nuestro único modelo a seguir nos envía su palabra para que lo conozcamos, y para ser alentados.

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” Gálatas 6,9

No es fácil amar a quien dificulta la obra de Cristo en nuestra vida, a quien nos crítica y nos culpa por sus pesares. No lo es cuando vemos frutos y nuevamente caen o se alejan, pero facilita nuestro trabajo como siervos mirar a su grey con la misma misericordia con la que Cristo nos miró y nos mira a diario, si así fuimos nosotros sin excepción y Cristo no nos desechó, ¿quiénes somos nosotros para juzgar las caídas de nuestros hermanos en Cristo? Él se quedó a pesar de las nuestras y nos enseñó la verdadera fidelidad y misericordia.

Por eso Pedro nos recuerda a todos los siervos del REY que la recompensa por pastorear la grey del Señor no es su buen comportamiento ni la gratitud de sus corazones, mucho menos tesoros materiales, ningún bien terrenal ni reconocimientos para que nos vanagloriemos de nuestro “buen proceder”. Las ambiciones no deben ser lo que motiva el servicio al reino de los cielos, sino una corona incorruptible de gloria que Él nos dará en el cielo. Hacer las cosas para Él con humildad, «para que Él nos exalte cuando llegue el tiempo»

Pedro también nos advierte que no será fácil, que nos desanimaremos y por eso la recomendación que nos da es «echar toda vuestra ansiedad sobre el Señor, pues Él tiene cuidado de nosotros». El Buen Pastor nos hace descansar en verdes pastos y ese es el llamado para los líderes de su iglesia, dejarse pastorear por ÉL y así obtener descanso, su guía y su consuelo para seguir la obra sin desfallecer.

“Encomienda a Jehová tu camino y espera en ÉL, y ÉL hará” Salmos 37, 5

Finalmente nos advierte que en este proceso el enemigo querrá meter sus narices de engaño y división entre el cuerpo de Cristo, por eso nos pide resistir al diablo y no ayudarle en su intención de dividir a la iglesia y nos pide que nos aferremos a una maravillosa promesa: Todo esto lo tendremos que vivir para ser afirmados, fortalecidos y establecidos en su reino. El Señor usa las dificultades para hacernos más fuertes.

Él es nuestro ejemplo y Él es nuestra fuerza, busquemos hacer su obra de su mano y para agradarlo a Él, para que podamos decir como Él mismo nos enseñó luego de haber culminado su obra redentora: Consumado es.

Devocionales Refúgiate en su Palabra – Casa de Refugio – 2023 (GV)

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