La Prueba Diaria del Amor
1 Tesalonicenses 5:14-15 NVI: “Hermanos, también rogamos que amonesten a los holgazanes, estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos. Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos.
 
Cuando leí estos dos versículos quise pasar de largo, pero me devolví, entendí que de todo lo leído es lo que más me cuesta y en lo que más el Señor prueba mi servicio. Tengo que reconocer que amo a todo el mundo cuando hacen las cosas bien y a mi manera, pero lucho mucho con la falta de misericordia cuando alguien se equivoca, cuando no logra salir de sus concupiscencias, cuando su debilidad se hace más fuerte frente a mis ojos, cuando pecan deliberadamente y si, sigo siendo probada porque aún no apruebo la lección.

Una de las ultimas recomendaciones de Pablo a la iglesia Tesalónica en este mismo capitulo es que analicen todo, pongan todo a prueba y se queden con lo bueno ¿pero qué tiene que ver esto con tener paciencia y amor por los demás?  Quizá poner todo a prueba no es mirar con detenimiento cada falta de nuestro prójimo, ni pasar cada situación por el colador de nuestro propio entendimiento sino por el filtro del amor con el que Dios los ve y los espera, ansioso de otorgarles su perdón. Quedarse con lo bueno puede ser no solo mirar con la gracia de Dios a los que mejor se portan o más rápido responden al llamado, sino tal vez reconocer el proceso adelantado y no concentrarme en las debilidades que persisten, es poder ver cada vida como Dios la ve, como una obra terminada por y para Cristo

El pecado ha hecho estragos en el diseño original de Dios y diariamente debemos pelear por la renovación de nuestra mente y de nuestro corazón, bombardeados por mentiras que pretenden hacernos olvidar para qué fuimos hechos y cuál es nuestro propósito en este mundo, mostrar con nuestra vida al Dios que decimos adorar.

Por ello quizá, esta escritura nos insta a protegernos con la coraza de la fe y del amor. Con la Fe para recordar que debemos caminar haciendo lo bueno ante los ojos de Dios a pesar de no ver el fruto de nuestra oración de manera inmediata, poniendo toda nuestra confianza en el autor y consumador de mi fe y la de todos los demás, nuestro Señor Jesucristo (Hebreos 12:2).

La fe debe ir acompañada de amor, porque eso fue lo que Cristo vino a ofrecer a aquellos que no lo conocían, a quienes lo rechazaron, lo insultaron y lo menospreciaron. Hay que recordar que hace unos años éramos nosotros los que le dábamos la espalda a Dios nos puede ayudar a ver con amor y fe a quienes aun no llegan o luego de llegar caen frecuentemente. Probablemente, por eso también nos pide que nos pongamos el casco de la salvación, sabiendo que protegerá nuestra cabeza y nuestra mente de las mentiras diarias y nos ayudará a recordar que nada por malo que parezca es eterno y que, así como Él nos sacó del lodo cenagoso nos puede usar para sacar a otros de esa misma realidad.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (GV)

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