LA PUERTA DE LA FUENTE

LA PUERTA DE LA FUENTE

“Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden a la ciudad de DavidNEHEMÍAS 3:15 RVR1960

Este pasaje nos habla de parte de la labor trascendental que llevó a cabo Nehemías en la ciudad de Jerusalén, se trata de la restauración de otro de los portales de la ciudad llamado “La Puerta de la Fuente” pórtico que evidencia metafóricamente que cada creyente tiene en su interior una fuente de agua que solo puede ser avivada y puesta en marcha por el Espíritu de Dios.

Cuando nos movemos dirigidos con el amor de nuestro Padre Celestial, el depósito de su presencia en nosotros deja de ser un reservorio de aguas estancadas para convertirse en un manantial de agua viva que brota de Él, tomando su cauce para bendecir a los demás, impregnando al mundo de la vida que hay en el amor del Señor Jesucristo.

El agua y su ciclo infinito es un símbolo muy valioso para entender a profundidad la vida abundante  que nuestro Dios nos ha dado, Él  la menciona en muchos sus pasajes bíblicos,  como el siguiente: “El que cree en mí, como ha dicho la Escritura, de lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” Juan 7:38. Al mencionar metafóricamente el agua, la acompañó con la palabra “viva,”  término que hace referencia a la presencia de oxígeno en este líquido, la cual solo es posible por medio del movimiento, así mismo, una vida en el Espíritu, presume una fe activa que llena nuestro existir de acciones dirigidas por el Espíritu de Dios.

Ha llegado la hora Iglesia de que con acciones poderosas en el Espíritu se consolide en nosotros una corriente capaz de sumergir a la vida abundante que hay en Cristo Jesús, a cualquier persona que se acerque a la orilla de tal rio.

Es entonces, a voluntad de Dios no solo llenarnos de la potencia de su Espíritu mediante una vida sujeta a su dirección, sino que, así como como la restauración liderada por Nehemías incluyó el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden a la ciudad de David, la restauración de nuestro andar en el Espíritu, sea un baño de salvación y bendición para nuestro hogar, familia, ciudad, nación e incluso alcance almas en lugar más recóndito de este planeta.

Señor, permítenos tomar tu palabra y hacerla por obra  en nuestras vidas, para ser reamente una fuente que vivificada por ti, proporcione vida;  queremos ser manantiales que emanen de ti, permite que nuestros cuerpos se conviertan en verdaderos instrumentos de tu amor, en par del cauce de agua eterna que alcance para salvación a todos aquellos que has llamado a tu presencia, sea tu esta pasión puesta en nuestro corazón, te lo pedimos y rogamos Señor. Amén, amén y amén.     

FJCG -Casa de Refugio

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