La Verdad al Precio que sea
Marcos 6:14-29 RVR95; (v.18-20) “El mismo Herodes había enviado a prender a Juan, y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe, su hermano, pues la había tomado por mujer, porque Juan había dicho a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Por eso, Herodías lo acechaba y deseaba matarlo; pero no podía, porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, se quedaba muy perplejo, pero lo escuchaba de buena gana.”
 
Este pasaje relata el homicidio de Juan el Bautista, primo de Jesús y último profeta que anunció y conoció personalmente al Mesías. Es importante decir que el pasaje relata la muerte de Juan como un hecho pasado, es decir, ya había sucedido; sin embargo, la reacción supersticiosa de Herodes es muy llamativa porque supone en dos ocasiones que Juan el bautista había resucitado, cuando escuchó de la fama de Jesús.
 
Destaco el verso 18 y 20. El 18 dice: “18porque Juan había dicho a Herodes: No te está permitido tener la mujer de tu hermano«. Herodes había tomado a Herodías la mujer de su hermano y por supuesto era una conducta reprochable. Ahora, Juan sin duda fue un hombre de Dios y representa a todos los que nos llamamos discípulos de Cristo, que no necesitamos ser profetas para anunciar la verdad o para exhortar a alguien a vivir correctamente.
 
Parece que decir la verdad en ciertos círculos cuesta más; es decir, hablarle al vecino o al amigo que está obrando mal, es más fácil que decírselo al jefe o a alguien de gobierno o de autoridad sobre nosotros, pero Juan nos da ejemplo a todos sobre hablar la verdad, hablar lo que es justo, lo que se necesita decir al precio que sea y claramente él pagó con su propia vida haber sido osado en decir y defender la verdad, no solo sobre la conducta de Herodes, sino, y sobre todo, sobre Jesús como el Mesías que esperaba el pueblo judío.
 
El versículo 20, nos dice: “20porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, se quedaba muy perplejo, pero lo escuchaba de buena gana.” Cuesta pensar que alguien que cantaba la tabla como Juan el bautista, era apreciado por un personaje como Herodes, pero así fue. Herodes respetaba y temía a Juan, su testimonio y su valentía le dieron un lugar privilegiado en la vida del rey.
 
Al parecer decir la verdad genera diferentes reacciones, quizá el respeto de algunos y el rechazo de otros, Herodes respetó y temió a Juan, Herodías lo odió y pidió su muerte. He sido una mujer de gobierno por mi profesión y he comprobado el respaldo sobrenatural del Señor en muchas ocasiones cuando digo lo que toca, lo que se necesita, aun cuando no sea lo que quieren escuchar, pero también he sufrido la persecución, el ataque, el desprestigio y el despido por haberlo hecho y cuando miro atrás, no tengo más que decir que MI ÚNICO DEBER ES DECIR LA VERDAD, algunas veces lo apreciarán algunas otras lo rechazarán, mi deber es ese, no es salir bien librada o reprochar haber salido mal librada, es decir la verdad porque por esa murió mi Cristo, siendo un hombre sin pecado, siendo Dios, murió por decirle a todos lo que era: nuestro Salvador y por decirnos a todos lo que éramos: pecadores.
 
Tu y yo, debemos enfocarnos en hacer la obra de Cristo, no se trata de nosotros y nuestros nombres y nuestra reputación, se trata de Su nombre, Su reino, así que oremos para que el Señor nos ayude a hablar la verdad con denuedo, sabiduría y amor, LA VERDAD AL PRECIO QUE SEA.
 
Devocionales, Refúgiate en Su palabra, Casa de Refugio (MP).

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