Josué 1: 1-9 RVR1960: “Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Hay ocasiones en nuestra vida que no sabemos qué camino elegir, estamos confundidos porque tenemos que tomar una decisión trascendental o porque las cosas no salen como esperaríamos que salieran; nos sentimos confundidos ante las opciones que tenemos por delante, las cuales inclusive nos llevan a pensar si debemos renunciar a nuestro trabajo o no, estamos preocupados buscando nuevas alternativas para que nuestro negocio pueda obtener mejores utilidades, en fin, pasamos por duros periodos ocupando nuestra mente en todas las cosas que nos cargan y que requieren de nuestro pronto actuar.
La Biblia nos habla acerca de alguien que estaba en una situación similar, Josué el hijo de Nun. Moisés había muerto y Dios lo había llamado para que fuera quien llevara al pueblo de Israel a la conquista de la tierra prometida. En tiempos de Moisés el mar rojo se abrió en dos, una nube los guiaba de día y una columna de fuego de noche, brotaba agua de la peña y pasaban cosas extraordinarias; además, Moisés tuvo que liderar a un pueblo infiel que con mucha frecuencia olvidaba las maravillas de Dios y servía a otros dioses. Dios se presenta a Josué, quien se encontraba confundido y atemorizado, para darle una palabra de gran aliento en un momento de necesidad.
Cuando estamos atravesando estos periodos difíciles es enriquecedor guardar esta palabra en nuestro corazón, así cuando nos sintamos solos, confundidos, atemorizados o indecisos, podremos llegar a tener la seguridad que hay alguien más grande que está cuidando nuestros pasos y ese es JESUCRISTO.
Dios nos dice en su palabra “No te dejaré, ni te desampararé”, él nos da la garantía para alcanzar el éxito en las batallas diarias de la vida. El Señor no permitiría que nos hundamos o fracasemos, porque también nos dice: “Levántate pues ahora y pasa este Jordán, yo te entregaré todo lugar que pisare la planta de vuestro pie”. Cada uno de nosotros, sabemos cuál es el Jordán que debemos atravesar y el lugar que debemos conquistar. Dios hoy sólo nos pide que nos esforcemos y seamos valientes. Nos da Su aliento ante los grandes desafíos que nos ofrece la vida, pero nuestro valor y nuestra esperanza de victoria dependen de la obediencia firme e inalterable a la ley de Dios, y de meditar cada día en ella.
¡IGLESIA! Los desafíos que nos esperan en la obra del Señor no son fáciles, pero debemos obedecer la Palabra de Dios, ser constantes y estudiar. Esto requiere que seamos fuertes y valientes para tener éxito. Sigamos los consejos que Dios nos da a diario en nuestra vida, es posible que no triunfemos según las normas del mundo, pero triunfaremos según los consejos de Dios, así que “Levántate, esfuérzate y se valiente”.
Tiempo de Hablar con Dios: Señor Jesús, gracias por estar ahí cuando enfrentamos nuevos retos, por ayudarnos a tomar decisiones en situaciones complejas, con personas difíciles y tentaciones. No importa cómo nos sintamos, sabemos que sólo contigo podemos ganar muchas de las batallas de la vida. ¡AMÉN!
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)
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