«Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.» Isaías 62:1 RVR1960
En este capítulo, vemos la promesa de Dios de no descansar hasta que la justicia y la salvación brillen en nuestra tierra como una antorcha encendida. Creo que todos anhelamos eso para nuestro país, pero ¿queremos o deseamos ver justicia y paz y que la salvación llegue a todos los rincones de nuestra tierra?
Como cristianos estamos llamados por Dios para ser agentes de cambio; al igual que Isaías fue comisionado para proclamar la restauración de Jerusalén, nosotros también somos llamados a ser mensajeros de la restauración nacional. Este mensaje me hace pensar en 3 acciones que debemos hacer para levantarnos como iglesia y hacer brillar a este país:
1. Practicar la Justicia y Misericordia: Dios nos llama a ser una nación que practica la justicia y muestra misericordia hacia los más vulnerables en nuestra sociedad. En este mundo lleno de injusticias, nosotros, como nación, debemos levantarnos para defender los derechos de los oprimidos y mostrar compasión hacia los necesitados.
2. Tener una Identidad Transformada: Así como Jerusalén le fue prometida una nueva identidad, nosotros también podemos experimentar una transformación como nación cuando nos volvemos a Dios. Nuestra identidad ya no debe estar determinada por nuestros errores pasados o nuestras tribulaciones presentes, sino por la gracia redentora de Dios, la cual siempre nos dará una nueva oportunidad para levantarnos y seguir avanzando en los propósitos que él tenga para nuestra vida y así poder contribuir en la transformación de nuestra nación.
3. La Importancia de la Oración: Nuestra nación necesita líderes que busquen la guía de Dios en oración, y ciudadanos que levanten sus voces en clamor por ella. Sabemos que la oración persistente puede abrir caminos donde parece no haber salida, y puede traer sanidad y restauración a nuestras a nuestros corazón y a nuestra nación. Recuerden que donde hay dos o más reunidos en su nombre ahí estará El! Y si oramos con fervor por restauración él obrara.
Queridos hermanos oro para que la promesa de Dios en Isaías 62 nos impulse a levantarnos y brillar como luces en medio de la oscuridad, siendo instrumentos de su paz y redención. Oro por perdón por nuestras fallas y divisiones, y que nos ayude a vivir de acuerdo con su voluntad, mostrando justicia y misericordia en todo lo que hacemos. Oro para que transforme a nuestro país y nos haga ser un reflejo de su amor y nos llene de su gracia para brindarla a ese mundo que nos rodea. En el nombre de Jesús, amén.
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (KGD)
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