“Lámpara del Señor es el espíritu del hombre que escudriña lo más profundo de su ser”. (Proverbios 20:27 LBLA)
Hace poco, hablando de los quehaceres del hogar con mi madre, le decía que siempre aspiraba una pequeña telaraña que aparecía en una esquina de la sala, a lo que ella me respondió, mientras no encuentres la araña vas a seguir limpiando telarañas, inmediatamente sentí que no estábamos hablando de algo netamente trivial, sino que Dios quería decirnos algo.
Muchas veces nos pasamos largas temporadas limpiando las telarañas que aparecen de vez en cuando en muchas áreas de nuestra vida, pero no nos preocupamos por encontrar la araña que las construye.
Dios no quiere que estemos limpiando telarañas, Él quiere que, a través de Su Espíritu, en la lectura de Su palabra, encontremos la araña para que la pongamos en su lugar, fuera de nuestra casa, porque sólo Su palabra puede actuar como esa lámpara que en medio de la oscuridad nos permite llegar a los lugares más ocultos.
Necesitamos recordar que tenemos áreas que están en oscuridad y solamente por medio de la palabra de Dios podemos ser conscientes que necesitamos ayuda, en las escrituras, su autor, El Espíritu Santo, nos toma de la mano y nos dirige a escudriñar todos los rincones de nuestro corazón que necesitan a Cristo. Con su ayuda podremos encontrar la araña que lleva años tejiendo telarañas por toda nuestra casa interior.
Sabes, la araña que estaba dejando sus huellas por mi casa era pequeñita, por eso no la podía encontrar. A veces, son cosas muy pequeñas, difíciles de encontrar porque están ocultas en nuestro orgullo, en nuestro carácter fuerte, o inclusive, escondida en nuestros éxitos que no nos dejan ver esas pequeñas cosas que están atrapando o reteniendo la bendición que Dios tiene, la que realmente nos permite vivir plenos en Él.
Así que, no limpies más telarañas, escudriña lo más profundo y oscuro de tu casa interior con la luz de la palabra de Dios, encuentra esa arañita que teje sus telarañas para atrapar las áreas en las que necesitas dar fruto.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra – Casa de Refugio (KMR)
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