Mi Promesa de Paz en Medio de la Oscuridad
Isaías 9:6-7 NTV ”Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda! “

Creo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado tiempos de oscuridad y desesperanza. Pero como creyentes hemos visto como en medio de esas tinieblas, hemos podido encontrar una luz que brilla con esperanza y una promesa mayor.
 
De esto se trata el capítulo 9 del libro de Isaías, sobre la promesa de un futuro glorioso para el pueblo de Israel. Los versículos del 1 al 7 describen la esperanza de una luz que llegaría a  Zabulón y Neftalí, ciudades que habían sido afectadas por la oscuridad y la opresión. Esta luz representa la presencia y el favor de Dios, que traería consigo liberación y restauración para esos pueblos. En estos versículos, se profetiza que la opresión y el yugo que pesaban sobre el pueblo serian quitados, y que habría un tiempo de gran alegría y liberación; porque nacería un niño que traería consigo un gobierno justo y una paz sin fin, estableciendo así su reinado.
 
El año pasado atravesé quizás para mi uno de los retos más duros y difíciles que he podido vivir.. Tuve que dejar a mi familia, mi esposo y todo lo que había construido en búsqueda de un sueño a casi 5000 kilómetros de distancia. Durante los primeros 6 meses atravesé momentos de ansiedad y depresión, me cuestionaba todo el tiempo si esa decisión estaba acorde a sus propósitos o si era un simple capricho, me deje llevar por el miedo y deje que ella gobernara mi días y mis noches, y aunque les reconozco que mi fe se quebrantó por momentos, siempre hubo ángeles a mi alrededor que me hablaban de esperar en Él y sus promesas. Pude darme cuenta de que la verdadera paz no se encuentra en las circunstancias externas, sino en una relación íntima El. Es su presencia en nuestras vidas lo que nos llena de paz, seguridad y esperanza, incluso en medio de las dificultades más profundas. Hoy, un año después de haber iniciado esta travesía, les confieso que aun sigo con preguntas sin responder, PERO en medio de todo este proceso he podido descubrir a un Dios fiel y Real; he podido verlo como mi padre, mi amigo, mi todo!!!
 
Amo este capítulo porque me recuerda que así como el pueblo de Israel caminaba en tinieblas, esperando ver la gran luz que les había prometido, es en esos momentos de mayor oscuridad, desesperanza y aflicción, que la luz de Dios siempre brilla y que mi consuelo está en la promesa de que la luz de Cristo nunca se apaga, sino que ilumina mi camino con esperanza y paz. Hoy pude entender que su propósito es librarnos del yugo de la opresión que traen consigo esos problemas y dificultades y que solo EL puede traer PAZ y LIBERTAD a nuestra alma.
 
Entender el significado de Jesucristo como el Príncipe de Paz ha transformado mi vida de manera especial. Conocer lo por medio de las escrituras y entender el verdadero significado de su sacrificio en la cruz, Me ha reconfortado y ha traído paz a mi alma, esa paz que solo él puede ofrecer; una paz que calma mis temores, restaura mi esperanza y me llena de gozo que trasciende cualquier circunstancias por la cual este atravesando en ese momento. He aprendido que sin él no soy nada y que lo único que debo hacer como creyente es confiar en su soberanía y su plan perfecto para mi vida.
 
Hoy oro para que mi experiencia de paz en medio de la oscuridad sea un recordatorio de la fidelidad de Dios para ti. Que puedas encontrar consuelo y fortaleza en la promesa de paz que se encuentra en JESUS!. Que su luz brille en tu vida, disipando toda oscuridad y llenándote de su paz, esa que sobrepasa todo entendimiento.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa De Refugio (KGD)

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