“Mira, ¡me estoy muriendo de hambre! -dijo Esaú-. ¿De qué me sirven ahora los derechos de hijo mayor?… Así que Esaú hizo un juramento, mediante el cual vendía todos sus derechos de hijo mayor a su hermano Jacob.” (Génesis 25:32-33 NTV)
Una de las cosas más difíciles con las que hemos tenido que lidiar desde el inicio de la pandemia, es con toda la información que nos bombardea constantemente respecto, no sólo a la situación de nuestra nación, sino de todas las naciones en general, causando cierto pesimismo y desesperanza frente al futuro.
Cada vez que escuchamos que aún falta camino por recorrer para salir de toda esta situación, sentimos que le ponen un sello que dice: aplazado a nuestros planes y sueños, o inclusive, mientras más pasan los días parece como si estos se difuminaran en el papel y se convirtieran sólo en una añoranza.
Las circunstancias difíciles que estamos viviendo pueden convertirse en un vehículo que nos lleva a mejorar en nuestro carácter o a quebrarnos. Podemos renunciar a un sueño por algo que es temporal, o podemos perseverar y permitir que la esperanza fortalezca nuestro carácter y nos ayude a madurar.
La biblia nos habla de alguien que un día, por una situación pasajera, cargada de cansancio y hambre, lo llenó de desesperación y lo llevo a renunciar a todos los privilegios de su primogenitura por un plato de lentejas. Sacrificó todo su futuro por la satisfacción momentánea de sentir su estómago lleno y esto le costó lágrimas.
Es tiempo de creer y esperar con la convicción de que Dios tiene el control. Necesitamos ejercitar nuestra fe en la palabra para evitar que la fuerte marea ahogue nuestros anhelos, así que tomemos papel y lápiz, escribamos y pongamos en un lugar visible sus promesas para nosotros hoy, esta situación es momentánea, no es para siempre, pero es determinante para tu futuro inmediato.
Aunque pareciera que en estos momentos no sirviera de nada seguir trabajando por lo que anhelamos, no tenemos opción de detenernos, porque con Dios nuestro trayecto va como la aurora, en aumento.
- Tus deseos están delante de Dios, Él no se ha olvidado de ellos. “Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto.” Salmos 38:9 RVR95
- El Señor es fiel al pacto que ha hecho contigo. Puede que todo alrededor se caiga y las puertas se cierren, pero Él tiene misericordia de ti. “Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones,” Deuteronomio 7:9 RVR95
- Él es el Dios de la Esperanza, aunque no puedas ver la manera y sientas que el tiempo se agota, puedes recuperar tu gozo y tu paz respecto a tu futuro. “Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Romanos 15:13 RVR95
Tiempo de Hablar con Dios: Toma cada una de estas palabras y ora con ellas, expresa lo que ha sido este tiempo para ti y lo que ves de tu futuro, pide al Espíritu Santo que conforme a Su palabra renueve tus fuerzas y te de una nueva y mejor expectativa de tu futuro, pídele ideas, sueños nuevos o reformados para que puedas ponerlos delante del Dios de toda Esperanza, pide que en tu corazón sea cada día más profundo el deseo por amar y guardar la palabra porque Él es fiel al pacto que ha hecho contigo.
2021 El Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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