Paz y Consuelo del Espíritu Santo
Juan 14: 26-27 RVR1960: Estas cosas les he dicho estando con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, Él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho. “La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.”

El contexto de este pasaje se desarrolla antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado, cenó por última vez con sus discípulos y les lavó los pies. Jesús les da a sus discípulos palabras de consuelo y dirección. Cuando Jesucristo en este discurso de despedida, comenzó a explicarle a sus discípulos su pronto regreso al Padre, estos se llenaron de profunda tristeza y dudas sobre su futuro sin él. Sin embargo, Cristo quien conoce sus corazones, les anima y les entrega la promesa del Espíritu Santo, como vemos en Juan 14:16 “ YO ROGARÉ AL PADRE Y ÉL  LES DARÁ OTRO CONSOLADOR” .

El Espíritu Santo fue enviado por el Padre en el nombre de Cristo, para enseñarme y recordarme como discípulo de Cristo lo que Él ha dicho en su Palabra. El Espíritu de verdad estaba con los discípulos en la persona de Jesucristo, pero ahora Jesús les promete que pronto estará en ellos para siempre. Jesús había sido su parakletos o consolador, hasta ese momento.  Como tal él dirigía sus vidas, sustentándolos y enseñándoles como el Padre le indicaba, pero ahora el otro parakletos vendría para continuar la obra de Cristo en ellos.  

Las palabras de Jesús me recuerdan la importancia del Espíritu Santo en mi vida y la necesidad de buscarle cada día, porque su propósito en mí es recordarme y enseñarme la verdad que es Cristo mismo, de tal manera que pueda obrar el propósito de Dios en mi vida, tan importante es en mi vida que es su amistad no me permite alejarme de Dios, es ese amigo que me convence de pecado, justicia y juicio.

La meta del Espíritu Santo como el Consolador es glorificar al Hijo en mí, en su iglesia y ante el mundo.  Mi consuelo en tiempos de duda y dolor vendrá a través del Espíritu Santo, mediante la revelación de Jesucristo en mí; recordándome que Él me dejó su paz y le indicó a mi corazón no turbarse ni tener miedo, porque Jesús mismo, quien es Dios, Rey, Soberano, Majestuoso, Poderoso y Asombroso está y estará conmigo hasta la eternidad.

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (LG)

Leave a Reply

Your email address will not be published.