“¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que discute asuntos de este mundo? ¿Acaso no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Puesto que el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las obras que manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” (1 Corintios 1:20-21 RVR95)
Podemos llenarnos de pensamientos positivos, creer que la mente todo lo puede, creernos muy capaces, lo que nos va a ayudar a ver lo bueno de nuestra vida, pero como todos pasaremos por pruebas y dolores, ese será el único alcance de nuestro pensamiento positivo, necesitaremos ayuda y nos daremos cuenta de que hay un ser Todopoderoso. El sí puede hacerlo todo, no sirve de nada lo que sabemos sino qué tan fortalecida está nuestra relación con El único capaz de lograrlo todo y de sanarlo todo, Jesús.
Tus dones, aptitudes y fortalezas no las conseguiste tu. Fue quien te creó el que te hizo como necesitaba que fueras para que cumplieras su propósito. Y lo que los demás ven en ti no es tu excelente comunicación verbal y no verbal, sino la gracia de Dios. Perfectamente Jesús podría permitir que nos viéramos como realmente somos, pero él tiene misericordia de nosotros y nos llena de gracia para que los demás nos amen y no conozcan realmente lo que hay en nuestros corazones. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” (Proverbios 1:7)
Todos en algún momento creemos en todo y a todo le otorgamos poder, hasta que la misericordia de Dios nos muestra lo lejos que están esas prácticas de Él y entendemos que si no estamos con Él estamos contra Él, que las prácticas que le dan la honra a algo que no sea Él es idolatría simple y pura, nada tienen de inocentes, no todo es espiritual y casi todo es demoníaco, es así de crudo. «El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.» (Mateo 12:30)
Necesitamos dimensionar el papel nuestro en la vida, que casi siempre tiene tendencia a destruirla. El papel del enemigo y sus distracciones, que SIEMPRE es engañar, confundir, destruir y matar. Distraernos con caminos inconclusos que siempre nos alejan de Dios y su propósito, engañarnos con un discurso incluyente (que al único que excluye es a Dios) sobre las diferentes corrientes, creencias, tradiciones que creemos pueden convivir sin que Dios se oponga. “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso…» (Éxodo 20:5)
Dimensionar el papel de Dios, que será siempre el de salvación, salvarnos de Satanás y de nosotros mismos. Volvernos a su camino, al que Él preparó para nosotros desde antes de nacer, el perfecto y único plan que nos hará felices y plenos. El mayor acto de sabiduría de nuestra parte será siempre entregarle nuestra vida al único capaz de hacer por nosotros ¡lo que nadie más! Ni la mente más poderosa tiene la capacidad siquiera de acercarse a la sabiduría divina, ni la disciplina más antigua es capaz de garantizar un camino certero como Jesús, ni nuestro mayor conocimiento evita equivocarnos, ni el hombre más poderoso del mundo terrenal puede asegurarnos algo en nuestra vida. Por ello, hoy le pido al Padre que nos ayude a comprender y vivir esta palabra diariamente. Señor: Ayúdanos a ceñirnos a tu palabra sin argumentos, sin humanismos y sin nuestra propia y engañosa sabiduría.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (GVO)
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