Isaías 55:8-11 NBLA: “Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos, declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos. Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será Mi palabra que sale de Mi boca, no volverá a Mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.”
Una de las razones más poderosas por la que los creyentes confían en la palabra de Dios, es porque ha sido la única con la capacidad de convencer al ser humano de Dios y su plan de salvación para la humanidad. Durante este mes de la biblia hemos profundizado en varias de sus características, comprobando así la veracidad, atemporalidad y perfección de las escrituras.
Aunque ha sido blanco de críticas, la biblia no es un libro escrito bajo el criterio del hombre, por eso es perfecta, es el hombre quien se ha visto beneficiado a través del conocimiento de la palabra de Dios, no sólo para transformar su propia vida, sino también en beneficio de la humanidad, como ejemplo podemos mencionar al más grande oceanógrafo de la antigüedad, Matthew Fontaine Maury, quien gracias a la costumbre de su padre de leerle la biblia en las noches y en las mañanas desde niño, formó en él una gran pasión por ellas que lo llevó a buscar los “senderos de los mares” mencionados en Salmos 8:8, “las aves de los cielos y los peces del mar; ¡todo cuanto pasa por los senderos del mar!”, porción que lo motivó a descubrir las Corrientes Oceánicas.
El profeta Isaías nos da claridad frente a este argumento y nos enseña que la mente y los pensamientos del hombre no alcanzan a estar ni siquiera cercanos a los del Señor, “Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos.” Por más que el hombre se esfuerce y ponga toda su capacidad a la orden de la ciencia y de toda filosofía y/o sabiduría humana, nada logrará que alcance los pensamientos de Dios. Es sólo por Su voluntad y a través de la revelación de Su palabra que escasamente alcanza porciones que lo ayudan a entender el mundo y el propósito para su vida.
Jesús dijo: “Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.” (Lucas 16:17)
Quizás llevemos mucho tiempo detenidos pensando solamente en nosotros, en nuestra necesidad, en lo que no ha llegado y no estamos viendo el puente que necesitamos atravesar para alcanzar lo esperado. El salmo 40 nos enseña que en la espera paciente, somos libres de la desesperación y la ansiedad de ver el cumplimiento de lo que queremos o de la promesa que hemos recibido, David fue liberado de su crisis mientras esperaba, descansó y fue libre porque confió en que el Señor había escuchado su clamor, por eso ya no hubo lugar a más queja ni lamento, ahora hay cántico nuevo, acción de gracias para el Señor, y los demás testigos de la espera se van a asombrar porque, aunque aún no llega lo prometido, hay felicidad y alabanza para el Señor mientras se espera pacientemente.
Por cuanto Su palabra es perfecta, “Su tiempo” es perfecto para mí, porque de antemano sabe el momento justo para bendecirme, por el cómo, no me preocupo porque eso es como nada en un lodo cenagoso, la creatividad para hacer las cosas se la dejo a Aquel cuyos pensamientos son más altos que los míos y me ocupo en ser feliz haciendo Su voluntad, ¡que la alabanza fluya para que la liberación de la desesperación llegue!
“Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón.” (Salmos 40:7 RVR95)
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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