Juan 15:1-11 RVR1960: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”.
Esta es otra de las metáforas utilizadas por el Señor, donde nos muestra la importancia de permanecer como pámpano que da fruto en la vid que es Él. No sé si ha tenido la oportunidad de cuidar de una planta, pero cuando requieren ser podadas y se les corta uno de sus miembros, este muere al poco tiempo porque ha sido desprendido. Esto es lo que Dios nos quiere ilustrar en este punto, Dios como Padre y labrador de su viña, cuida y limpia que todo Pámpano, que es donde surge el fruto en la vid, de fruto en sí, de lo contrario será cortado de la Vid que es Cristo y muerto espiritualmente con el tiempo.
Es importante que sigamos cumpliendo con este llamado de llevar fruto amada iglesia, creo que Dios ha dado lo necesario a través de su palabra para que todos en Casa de Refugio continuemos dando frutos y no ser cortados. Dice la palabra que hemos sido limpiados, y lo que el Señor nos dice, es que hemos dado fruto y hemos sido limpiados por el Padre nuevamente, por el poder de su palabra, para que continuemos llevándolo, de hecho hay promesa en medio del cumplimiento de este llamado, tal y como lo dice el verso 7, pero viéndolo un poco más allá, no pidiendo para nuestros propios deleites, sino para el cumplimiento de su obra, porque definitivamente el Señor sostiene nuestra necesidad solo por su infinita gracia..
Amada Casa de Refugio, permanezcamos en él Señor Jesucristo, de quien proviene todo lo necesario para que continuemos dando fruto y de esta manera sea glorificado el Padre. Guardemos sus mandamientos y permanezcamos en su amor, esa debe ser nuestra oración continua.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)
#mimetaesorar
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