“Respondiendo Simón, le dijo: – Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red. Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía.” (Lucas 5:5-6 RVR95)
John Wooden, uno de los más grandes entrenadores de baloncesto de los Estados Unidos afirmó lo siguiente: “No es tan importante quién comienza el juego, sino quién lo termina.” Para los más competitivos quizá no sea una frase muy inspiradora, pero para aquellos que se han lastimado, que han caído, están cansados o fatigados, puede representar mucho, por ejemplo, para Simón.
La película de este pasaje me recorre varias veces por la cabeza. Imagino a Simón y los demás pescadores alistándose el día anterior para ir a trabajar diciendo: ¡esta noche sí! Alistemos las redes más grandes porque al amanecer tendremos los peces más grandes de Genesaret. Como diríamos coloquialmente, ¡vamos a meterle la ficha!, así emprendieron su jornada.
Al día siguiente para muchos era un día normal, pero no para Simón. Desde muy temprano la gente empezó a agolparse cerca del lago, todos querían oír la palabra de Dios de boca de Jesús, sin embargo, el maestro que todo lo ve y lo sabe, podía estar atento de la multitud, pero también del grupo de pescadores que estaban lavando las redes. Y es aquí donde quiero detenerme. Todos están escuchando la palabra, Simón también pero su actitud es diferente, el viene de trabajar toda la noche y no pescar nada, quizá el sermón de Jesús levanta un poco su fe y lo hace pensar, sin embargo, él está pensando en que termine pronto porque ya quiere descansar, aún no sabe si mañana volverá a intentarlo, hasta que escucha lo siguiente: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.” Si, quizás queremos parar también pero el Maestro nos dice: vuelve a intentarlo.
Algo que en general nos ha dejado la pandemia, los confinamientos, las marchas y todo lo que sucede en el mundo es el cansancio, pareciera que por cada paso que avanzamos retrocedemos tres, que el esfuerzo que necesitamos para salir adelante es el doble del que en otro momento necesitaríamos, como que cada día que pasa ahoga las fuerzas y estamos “lavando las redes que no usamos”. Un predicador hace muchos años dijo, que esta actitud era como la de aquel que sale todo el día con la esperanza de vender algo de su producto, recorre todas las calles, habla con todo el mundo, pero al finalizar el día no tiene nada en los bolsillos, es como aquel que trabajo duro, pero no tiene sueldo. Es como aquel que ya perdió la cuenta de las hojas de vida que ha pasado.
Esta palabra es para aquellos que han trabajado toda la noche sin recoger nada, la falta de energía y motivación consume las fuerzas para continuar. Hemos escuchado la palabra de Dios mientras lavamos las redes, quizá pensando, eso no es para mí, quizá en otro momento, pero Jesús nos dice: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.”
El Maestro sabe que hemos que estamos ahí en el suelo viendo cómo otros avanzan y ya terminaron, pero Él quiere que terminemos, porque debemos terminar. Así es que después de escuchar el domingo sobre nuestra necesidad de la unción, de ir en pro de su propósito, de caminar con su Espíritu cada día, sí, lanzamos un grito desesperado que le recuerda al Señor lo que Él ya sabe, ¡estamos cansados! “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado…” Hoy lanzamos un grito de fe que dice: PERO EN TU PALABRA ECHARÉ LA RED, no más en mis fuerzas, sólo porque TU lo dices Señor lo haremos.
Tiempo de Hablar con Dios: “Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía.” Señor, hoy sustentados en esta palabra echamos la red porque te creemos, te entregamos el cansancio, la fatiga, la depresión, el aburrimiento y hoy te decimos que lo queremos intentar una vez más, una vez más Señor porque lo hacemos en Ti, quizá ya otros ganaron la carrera, pero nosotros queremos terminarla, por Ti, queremos llegar hasta el final por Ti. Señor ya quemamos todos los cartuchos, pero nos arriesgamos una vez porque EN TU PALABRA ECHAREMOS LA RED.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KPMR).
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