Para Dios es importante que nuestra vida esté en orden. Hemos aprendido que, desde el inicio de todas las cosas, en el libro del Génesis y por todas las escrituras, encontramos un principio de orden que viene de Dios y que es necesario aplicar a todas las áreas de nuestra vida para que Su reino, Su gobierno en nosotros sea establecido.
2da Reyes 20:1 LBLA: “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte, Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el Señor: PON TU CASA EN ORDEN, porque morirás y no vivirás.”
Dios tiene una gran muestra de bondad para con el rey Ezequías, no sólo porque le advierte de su muerte sino porque le da una instrucción precisa y el tiempo necesario para ejecutarla. A pesar de haber sido uno de los reyes buenos para el Reino del Sur, un hombre de mucha fe, próspero, que hizo lo recto ante los ojos de Dios, quitó todos los lugares altos y rompió todos los ídolos, un hombre que puso en el Señor toda su esperanza y “siguió a Jehová y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés” (2 Reyes 18:3-6), no obstante el rey Ezequías tenía cosas pendientes que Dios quería seguir moldeando en su vida, así que necesitaba una prueba más para revelar lo que realmente había en su hombre interior a pesar de todas las cosas buenas que ya mencionamos, 2da Crónicas 32:31b: “Dios lo dejó, para probarle y conocer todo lo que estaba en su corazón”.
Así como Ezequías, nosotros también necesitamos poner nuestra casa en orden. Nuestros procesos de autoevaluación deben ser continuos. La palabra de Dios dice que la obra que él ha empezado en nosotros es PERFECCIONADA NO TERMINADA hasta el día de Jesucristo, jamás vamos a ser productos terminados, siempre seremos productos en proceso de perfeccionamiento y Dios no abandona su obra.
No existe madurez sin cambios, si anhelas que tu vida cambie no puedes pasar al siguiente nivel si no evalúas rigurosamente cómo está tu casa. Como vemos, la alusión al orden en esta historia no se refiere estrictamente a que Ezequías tenía desordenada su habitación personal, con ropa sin lavar o la cocina llena de trastes, en un sentido estricto no, pero en un sentido espiritual sí. Hebreos 3: 6ª LBLA: “pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros…”
Puede que seamos profesional y materialmente prósperos, somos “buenos cristianos” porque en todo nos va bien, pero eso no quiere decir que nuestra casa esté en orden. Si en nuestro corazón las cosas no están en el orden que deben estar, hay caos, hay tinieblas y el Espíritu de Dios se está moviendo para decirnos: Pon tu casa en orden. Y ¿qué significa poner mi casa en orden? Hay 4 cosas en las que necesitamos establecer el gobierno de Dios en nuestra casa. Te invito a que a la luz de la presencia de Dios, de la mano de Jesús y con la guía del Espíritu Santo inicies el paseo por toda tu casa…
Hoy podemos empezar por la habitación de tus prioridades, ¿qué es lo primero que encuentras en ella?, ¿qué lugar ocupa Dios y los hábitos espirituales que te ayudan a tener intimidad con él y a crecer en su conocimiento, a renovar tu mente? Dios te dice, a veces le das más importancia a lo que tiene precio y no a lo que tiene valor. Lucas 12: 34 RVR95: “porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KMR)
Leave a Reply