“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.” (Habacuc 3: 17-18 RVR1960)
Habacuc significa “aquel que abraza” o “lucha”, alguien que lucha en contra de sus pensamientos y la reconciliación entre estos, la realidad y la imagen de Dios. Él se quejó primero con Dios, pero lo que me impactó al leer su historia, fue que esa lucha eventualmente se convirtió en adoración, confianza y alabanza.
Cuando sentimos que todo se va a derrumbar, lo primero que hacemos es quejarnos y reusarnos a todo con nuestros pensamientos, pero Dios nos dice en su palabra: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45RVR1960). Una boca que abunda en queja es una evidencia de que nuestro corazón necesita cuidado intencional y delicado.
Necesitamos la convicción que el Señor está en control de Todo, no importa lo que suceda en el mundo, ni las preocupaciones de nuestro corazón, Dios ya ha ganado la batalla, pero para eso debemos dejar que directamente entre a nosotros Su palabra viva y activa, aunque nos cueste, para tener la libertad de entregar todo verdaderamente y que nuestras preocupaciones se conviertan en Adoración. Esto no solo lo hacemos los domingos cantando las canciones de la Iglesia, la adoración es una efusión diaria de nuestra alma que necesita regocijarse con el don de la Gracia de Dios.
Dios no necesita que seas perfecto o que no tengas preocupaciones, Él sólo necesita un corazón dispuesto a un lugar de adoración, Alabarle y conocer de su Palabra, como lo dice en Isaías 25:1 “Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.”
Para muchos este año ha sido un año perdido, ha sido un año en donde nuestros planes no salieron como los planeamos, un año donde el mundo ha entrado en caos y temor por un Virus que ha cobrado muchas vidas, un año de infinitas preocupaciones, pero lo más valioso e importante que nos debe interesar es que ha sido un AÑO DE GRACIA manifestado y reflejado por Jesús, en nuestras vidas y familias.
Señor, ¡Gracias por regalarnos Tu Palabra! Gracias por encontrarnos justo donde estamos y ayudarnos a recordar la Verdad: Tú estás en control y siempre cerca de nosotras. Ayúdanos por favor a traer nuestras preocupaciones a Ti y transformarlas en Adoración. En el Nombre de Jesús ¡Amén!
JRR– Casa de Refugio
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