Protege Tus Ojos
Lucas 6:41-42 RVR 1960 “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?2 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano
 
Desde hace un tiempo, estoy prestando especial atención en donde pongo mis ojos. Los ojos son la ventana del alma, como dice el adagio popular, pero también pueden ser la puerta a la contaminación espiritual.
 
Mencionemos algunos ejemplos: Eva vio que el árbol era hermoso y su fruto delicioso. Así que tomó del fruto y lo comió (Génesis 3:4-7). Dios estaba dispuesto salvar a toda la familia de Lot, pero su esposa miró hacia atrás desobedeciendo el mandato y quedó convertida en una estatua de sal (Génesis 19:17,26). David, mientras miraba hacia la ciudad, vio a una mujer hermosa que estaba bañándose y mandó a traerla para acostarse con ella (2 Samuel 11). La esposa de Potifar puso sus ojos en José y no dejó de acosarlo. (Génesis 39:7).
 
Cada uno de estos personajes nos enseña que mirar algo que está prohibido trae grandes problemas, consecuencias y sufrimientos en la vida de uno mismo y de su entorno familiar.
En realidad, todo lo que dejamos que entre por nuestros ojos tiene un impacto enorme en nuestra mente y nuestro corazón, para bien o para mal. Sin embargo, tenemos la facilidad de ver lo malo en la vida de nuestro hermano para de alguna manera, justificar lo malo que hay en nosotros.
 
Por ello, antes de mirar la viga en el ojo de nuestro hermano, meditemos en la importancia de cuidar nuestros ojos, porque si nos permitimos ver cosas que no edifican, nuestro cuerpo estará lleno de tinieblas y entonces nuestras decisiones y acciones serán equivocadas que, con el tiempo, nos lleva darnos licencias haciendo que lo prohibido pase a ser algo aparentemente agradable.
 
Preguntémonos ¿Qué hacemos cuando tenemos delante algo que no edifica? ¿Aún vemos cosas que sólo alimentan nuestros deseos carnales? ¿Nos hemos preguntado por qué a veces no podemos dejar de pensar en lo malo? La respuesta es sencilla, nuestra actitud y comportamiento son el resultado de todo lo que permitimos entrar a nuestra vida. “si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad…”  Mateo 6:23
 
Este es el secreto de la integridad. Cuando alimentamos la carne por medio de nuestros ojos, nos convertimos en personas indefensas espiritualmente y presa fácil para creer las mentiras de Satanás. Esto no tiene que ver con la viga en el ojo ajeno, pero si tiene todo que ver con la viga en el nuestro.
 
Esto es un llamado de Dios a estar atentos y reconocer todo aquello que nos es piedra de tropiezo en nuestra vida espiritual. Es tiempo de tomar una determinación. Apartemos nuestra mirada del pecado y pongamos nuestros ojos en Él, quien hace de nosotros siervos íntegros dispuestos a dar la buena batalla.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio. DS
#MiMetaEsPerdonar

Leave a Reply

Your email address will not be published.