Pruebas de Su Amor

EFESIOS 2: 6-7 NTV: “Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.”

Las fechas especiales como cumpleaños, aniversario, amor y amistad o navidad, son las preferidas para dar presentes entre las parejas, los amigos o la familia. Algunos anhelan su llegada para recibir sorpresas o inclusive, como solía hacer una amiga cercana: tenía una lista con los obsequios que quería recibir en su cumpleaños, y todos debíamos leerla para escoger lo que le íbamos a regalar.

Sabemos que el mejor y más grande regalo nos fue dado en la cruz. El amor redentor del Señor cubrió la multitud de nuestros pecados y gratuitamente fuimos unidos a la hermosa familia de la fe. Y como si fuera poco, el amor exuberante de Dios nos permite estar “unidos a Cristo” para que seamos un reflejo de él, de “la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo”.   

Esta verdad, “estamos unidos a Cristo” es algo que necesitamos vivir a diario. Lo hermoso que nos enseña la palabra de hoy es que, Dios no tiene días especiales para darnos pruebas de su amor, lo que necesitamos, es estar atentos y ser muy sensibles a los detalles que cada día pone a nuestro alrededor, “como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros”. Sin embargo, el pecado, la falta de intimidad, y podría decir que nuestra falta de romanticismo para con él, son las barreras que nos impiden ver y ser sensibles a las pruebas de Su amor.

El amor del Padre se encuentra aún en los más pequeños detalles, si él esta continuamente presente en nuestros pensamientos, vamos a encontrarlos por doquier. En ocasiones sólo necesitamos hablarle y recibiremos la sorpresa, así como mi amiga escribía sus deseos. David dice que todos nuestros caminos son conocidos por Dios y que “aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Jehová, la sabes toda.” (Salmos 139:4).

Meditando en esto, recordé un evento hermoso que viví junto con la pastora Lorena. Hace varios años, en un congreso juvenil en la ciudad de Tunja, fuimos con lo escasamente necesario para alimentarnos. En esta fría ciudad, son muy comunes las bufandas, accesorio que siempre ha sido de nuestra preferencia, pero realmente no teníamos el dinero para comprarlas. En una tarde de actividades, antes de regresar a Bogotá, nos sentamos en la silla de un parque, hablamos de las bufandas y que necesitábamos que Dios nos mandara el dinero porque de otra forma no teníamos cómo acceder a nuestro deseo. Cuando terminamos, miramos debajo de la silla y encontramos un billete, no recuerdo el valor, pero si recuerdo que era la cantidad exacta para comprar las dos bufandas. Por supuesto, felices y agradecidas fuimos a hacer nuestra compra. Así, con algo tan sencillo, fuimos sorprendidas por un detalle de amor de nuestro Padre.

Dios puede ser mucho más romántico de lo que nos imaginamos, le encanta dejarnos detalles de amor por todo lado, sólo necesitamos mantenernos conectados a él para ser testigos de ellos.

Tiempo de Hablar con Dios: Hermoso Señor, gracias porque, aunque no somos dignos de nada, nos diste el regalo más maravilloso y glorioso que alguien pueda recibir, la Cruz. Nos adoptaste en tu familia, te honramos, porque no hay amor más grande que el tuyo. Queremos vivir en tu amor cada día, disfrutar cada amanecer y cada momento siento testigos de los detalles que dejas en cada paso de nuestro andar, queremos ser románticos contigo, así como tú lo eres muchas veces con nosotros, perdona nuestra frialdad, queremos disfrutar y gozarnos en tu amor siempre. Amén. 

2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)

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