“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14 RVR1960)
Con la anunciación del ángel Gabriel a María comienza a desarrollarse en la tierra el plan de redención de Dios con la humanidad, y por medio de este, traer salvación, restauración, mucha bendición y vida eterna a todo aquél que lo acepte y lo reconozca en su vida como único Dios y salvador.
Estamos iniciando diciembre, el mes favorito del año de muchos de nosotros. Después de un año tan atípico muchos desearán que se acabe rápido el 2020, otros esperan ansiosos la oportunidad de reunirse con su familia, otros simplemente desean descansar, volver a viajar, vacacionar. Todas estas razones son válidas, pero es importante resaltar la importancia de esta celebración una vez más.
La navidad es para muchos la época más linda del año, pero nos hemos puesto a pensar ¿qué es lo que verdaderamente celebramos? Navidad hace referencia a la palabra NATIVIDAD, cuya raíz etimológica proviene del “nativus”, que significa «que nace – nacido«. La natividad se ve a través del arte, modelos, tallados o demostraciones en vivo que representan la noche del nacimiento de Jesús, sin embargo, considero que, en estas fechas, no solo celebramos el nacimiento de Jesús, también celebramos nuestro nuevo nacimiento. “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 15:17)
El día que nació Jesús, nació Dios mismo en la tierra, las dos primeras personas de la deidad encarnadas en un varón perfecto sin abandonar su naturaleza divina (Colosenses 1:15-20), vinieron al mundo a traer buenas nuevas a los pobres, “…me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.” (Lucas 4:18).
En esta época regalémonos algo especial que marque un antes y un después en nuestra vida, regalémonos RESTAURACIÓN DE NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. Algunos pensaran que su relación con Dios va bien, pero no podemos ignorar el llamado a la restauración que Dios nos está haciendo a gritos. La consagración a Dios requiere arrepentimiento genuino día a día, y día a día el Señor nos muestra su misericordia. Respondamos a ese llamado con lo que es justo, con lo que es bueno, con lo que agrada al Padre que es reencontrarse con nosotros a diario y en él reencontrarnos a nosotros mismos.
No hay redención ni justicia sin Cristo. Esa es la motivación correcta para celebrar estas fechas.
Aprovechemos estas fechas no solo para compartir con nuestra familia y amigos, enfoquémonos en Cristo, en su persona, en el nuevo nacimiento que Él nos regala a través de la cruz.
Nuestras decoraciones no están mal, de hecho, es genuino hacerlas si tenemos en nuestro corazón la motivación correcta, también es genuino anhelar el reencuentro con nuestras personas especiales después de meses tan duros, pero es JUSTO exaltar al Único Digno de exaltación y gloria por siempre.
DSV – Casa de Refugio
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