Que Todas las Naciones te Adoren
Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios, Salmo 67:1-7 RVR960: “1Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah 2Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvación. 3Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 4Alégrense y gócense las naciones, Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah 5Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben.

Hoy quiero resaltar el versículo 2 que nos enseña el propósito principal para orar por nuestra nación, esto es: LA SALVACIÓN DE LOS PUEBLOS. Cuando pedimos por nuestra nación o por cualquier otra nación, el principal motivo no debe ser que cambien o cesen circunstancias específicas o que sus mandatarios sean transformados o salgan del poder, sino la salvación de su gente, porque cuando un pueblo es salvo, se reconcilia con el Padre, garantiza su vida eterna aun cuando su vida física no vea salida y hay esperanza de cambios duraderos y verdaderos.

También resalto los versículos 3 y 5, ambos dicen lo mismo: “Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben”. En la vida con Cristo, el enemigo trabaja por un propósito único que es robarle la alabanza a Dios, por eso me resulta llamativo que, en un capítulo de apenas 7 versículos, haya 4 menciones a LA ALABANZA DE SU NOMBRE.  Es que todos los seres humanos fuimos creados para alabanza del nombre del Señor, pero no es posible adorarlo ni alabarlo, sin ser salvo, por eso, clamar por la salvación de las naciones busca al final, que le adoremos porque es el único digno de ser exaltado, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Ahora, el pueblo del Señor había atravesado muchas dificultades, cautiverios, disciplinas, rechazo, oprobio, burla; sin embargo, vivían expectantes del rescate del Señor, no por un orgullo nacional sino porque esto pondría el nombre de Su Dios, que es el nuestro, en alto y las naciones alcanzarían la salvación, reconociendo que nuestro Dios es el único verdadero, digno de honra, temible, invencible y Todopoderoso.
En este mes, oremos por la salvación de nuestra gente, para que cambie la atmósfera de tinieblas por una de adoración que resuene en cada rincón de la tierra, pues hemos sido llamados a ser punta de lanza para las naciones. El Señor nos ha prometido ser una nación que usará en cada rincón de la tierra para el rescate de muchos y la alabanza de su Santísimo nombre.

Devocionales Refúgiate en Su palabra, Casa de Refugio (MP)

Leave a Reply

Your email address will not be published.