Recomendaciones para Nuestra Casa

1Tesalonicenses 5:25-28 TLA: “Hermanos, oren también por nosotros.Saluden con un beso santo a todos los hermanos de la iglesia. Con la autoridad que me da el Señor Jesús, les encargo que lean esta carta a todos los de la iglesia. Pido a nuestro Señor Jesucristo que les siga mostrando su amor.”

El apóstol Pablo nos tiene acostumbrados a saludar y despedirse en todas sus cartas, dando estricto cumplimiento a los requisitos del género literario epistolar, y este fragmento de la Carta a los Tesalonicenses no es la excepción. Aunque pareciera una despedida como cualquier otra, en la Palabra de Dios, nada es normal, ni tiene propósitos inocuos. Pues bien, para esta ocasión, el Apóstol entrega, a modo de despedida, unas recomendaciones al pueblo de los Tesalonicenses extendidas a todos los creyentes.

  1. Oren también por nosotros: La oración, como sabemos es el instrumento mas valioso que tenemos los cristianos, y cuando nos despojamos de nuestras causas, para interceder por los demás en ruego, estamos enalteciendo a Cristo, imitando su actuar, entregando al Padre en nuestros corazones los anhelos por el otro, sin contraprestación alguna. A veces consideramos que la simpleza de nuestras palabras ante Dios puede no llegar a hacer el eco que creemos. como si lo puede lograr el Pastor, el experimentado Intercesor, el Predicador profundo o el Profeta, pero recordemos que Dios mira nuestro corazón, (1 Samuel 16:7c) “pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón, y bajo este precepto no debemos temer que nuestra oración será escuchada por más sencilla que parezca y en ese sentido, debemos atender la recomendación del Apóstol inspirada por el Espíritu Santo, rogando al Altísimo especialmente por los que tienen en su espalda la obra Ministerial del Evangelizar, de Profetizar y enseñar sobre la Palabra.
  2. Saluden con un beso santo a todos los hermanos de la iglesia.  Un beso es una expresión de amor y de confianza, que en muchas culturas es además, un símbolo de expresión fraterna que atribuye unidad, no siendo exclusivo de compartir para propósitos sentimentales. Es por ello, que como hijos de Dios debemos procurar santificar ese beso que le damos a nuestros hermanos en la fe, de manera que no solo sea un requisito social de respuesta a un saludo, sino que sea un acto mutuo de purificación entre hermanos, que aunque imperfectos en su naturaleza humana, bajo el filtro del Hijo de Dios, buscamos compartir en conjunto limpiar nuestras conciencias y ajustar nuestros actos al grado más profundo, de tal modo que cautivemos al Señor.
  3. Encomienda leer La Palabra a todos los de Iglesia. Durante el periodo de Oscurantismo de la humanidad, les fue negado a las mujeres y a los niños e inclusive a algunos hombres, conocer la sabiduría consagrada en la Palabra de Dios, vedándose este acceso permitido desde el Antiguo Testamento, (Deuteronomio 31:12), «Harás congregar al pueblo, varones, mujeres y niños y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.»  Hoy, por gracia de Él y en la mayoría de las naciones, contando algunas excepciones de regímenes dictatoriales, nos es permitido el acceso a La Palabra sin limitación alguna. Sin embargo, esa libertad no es aprovechada como deberíamos. En esta Carta de los Tesalonicenses, entre muchos otros aspectos, se desarrollan asuntos fundamentales de la segunda venida del Señor; precisándose como Su Iglesia será raptada en el cielo y como en el entretanto, debemos como cuerpo de esa Iglesia ejercer la obra ministerial, exhortándonos y amonestándonos entre todos para procurar el gozo, orar, agradecer y retener todo lo bueno, apartándonos del mal mientras llega Nuestro Señor. Luego, es fundamental atender este mandato bíblico, para que la segunda venida no nos tome por sorpresa y podamos extender a otros el beneficio de lo que es vivir una vida en la tierra bajo la esperanza de la llegada triunfal de Cristo.
  4. Pedir porque Jesucristo nos siga mostrando Su Amor. Cierra sus recomendaciones de despedida con broche de oro el Apóstol, pues no es menor cosa este pedimento, ya que en este mundo tan rodeado de injusticia y falta de paz, rogar por que el Señor Jesucristo nos siga mostrando de su amor es muy necesario, somos proclives a caer antes las debilidades del mundo y solo el Amor de Cristo puede traernos con arrepentimiento a sus pies  para reconocer que ya El nos ama, pero si le amamos conscientemente, también amaremos Su Palabra y la obedeceremos, y como consecuencia de ello el Padre nos amará y seremos una sola morada (Juan 14:23).

Ruego al Espíritu Santo nos dé unción de entendimiento de esta Palabra pero sobre todo de atendimiento y practica en nuestra congregación, exigiéndonos con amor mutuamente atender los preceptos descritos en ella, pues estoy segura de que somos protagonistas de una generación de fe que el Espíritu Santo está preparando para recibir más de la Gloria del Señor y debemos estar dispuestos no solo espiritual, sino doctrinalmente, para reconocer la bendición que se avecina en estos tiempos. No en vano la Palabra Rema para este año en Casa de Refugio es: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39).

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (OA)

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