Rejuvenece

Rejuvenece

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” (Salmos 103:2-5 RVR95)

El águila, además de ser un animal majestuoso, es uno de los más longevos en su especie, en lo personal mi preferido, por todo lo que en el transcurso de su vida nos puede enseñar. Puede vivir hasta los 70 años, sin embargo, hacia los 40 debe enfrentarse ante dos posibilidades: morir, o pasar por un proceso que puede durar varios meses, pero que extiende su vida 30 años más. En este, sus uñas se vuelven tan flexibles que no pueden cazar porque no les es posible agarrar ninguna presa, su pico se curva contra su pecho, sus alas envejecen y se tornan muy pesadas para volar, por esto, su último vuelo debe ser hacia lo alto de una montaña para quedarse allí, donde debe golpear su pico hasta arrancarlo para iniciar su proceso de renovación.

Se desconocen las circunstancias por las que estaba pasando David al escribir este salmo, pero ante esto Charles Spurgeon nos dice: “Deberíamos de atribuirlo a sus años tardíos cuando tenía un mayor sentido de la importancia del perdón, debido al conocimiento más agudo del pecado, que en sus días de juventud. Su claro sentido de la fragilidad de la vida indica que está en sus años más débiles, como también lo hace la totalidad de su adoración.”

Creo, sin temor a equivocarme, que ningún creyente está exento de pasar por unas circunstancias similares, donde es necesario tomar una decisión, esto en un sentido netamente espiritual. David, llegó a un momento de su vida en el que tuvo que obligar a su alma a hacer algo que le estaba costando: bendecir al Señor. ¿Puede ser esto posible? Claro que sí, tenemos una fuerte tendencia a olvidar las cosas buenas que hemos recibido de parte de Dios, especialmente cuando no la estamos pasando bien. 

Sin embargo, este salmo es una proyección hacia lo nuevo. Es tiempo de meditar en lo que Dios ha hecho por mí, en lugar de seguir dando vueltas pensando en lo que la gente me ha hecho. Por esto, hay dos cosas en las que quisiera detenerme frente a este pasaje. La primera: así como el águila debe volar hacia un monte muy alto para pasar este duro tiempo en soledad, para renovarnos necesitamos hacer un alto en el camino y aislarnos de todo aquello que nos impide para pasar tiempo con Dios, porque es necesario recordar y entender que: “Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias.” En este tiempo, aunque no fluya de manera natural, necesitamos decirle a nuestra alma: ¡Bendice al Señor!

Segundo, mientras vives este proceso vas a entender que el ÚNICO que realmente puede traer satisfacción a tu vida es Dios. En esta jornada, el águila debe ayudar a su pico a caerse, y lo hace golpeándose fuertemente contra la roca hasta que lo pierde, por tanto, ya no tienen ninguna posibilidad de alimentarse. Así es que, Él es: “el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” Sólo hasta que quebrantamos todos nuestros deseos ante nuestra Roca que es Cristo, entendemos que ninguno de ellos puede saciarnos, ninguno de ellos puede darnos el bienestar que necesitamos, porque sólo Él sacia nuestra necesidad de tal forma, que seremos renovados para vivir con mayor plenitud la vida eterna que Él ha preparado, porque Él es la fuente de nuestra fuerza y fortaleza. 

Tiempo de Hablar con Dios: “Señor te siento lejos hoy, a esta distancia no te logro ver, no he perdido ya la fe, mas debo confesar, difícil me es orar. Ahora no sé qué decir, y no sé cómo empezar, con tu gracia lograré mi corazón sanar: Cantaré, te alabaré, en el llanto y el temor, en la pena y el dolor, cantaré, te alabaré, con mis manos hacia Ti, porque te puedo sentir, cantaré. Señor, es difícil ver tus planes perfectos para mí, pondré mi esperanza en Ti, pues sé que por tu muerte libre soy. Ahora no sé qué decir, no sé cómo empezar, con tu gracia lograré mi corazón sanar, cantaré…” (Canción I Will Sing. Don Moen)

2021 El Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)

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