Renacer en Su Gracia: Dios Hace Nuevas Todas las Cosas

Marcos 1:14-15 RVR1960: «El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.»
 
Hoy, mientras el año se acerca a su fin, me detengo un momento para mirar hacia atrás, y les confieso que escribir este devocional conmovió mi corazón. Recuerdo todos los errores que cometí, las veces que tropecé y me alejé del camino por querer tomar el control, creer que todo lo podía en mis fuerzas y no dejarlo ser Dios. Al mismo tiempo recuerdo el día que decidí rendirme a sus pies, dejar todo en sus manos y entender el verdadero significado de: “El tiempo se ha cumplido”.
 
Arrepentirme significo soltar lo que ya no pertenece a este nuevo capítulo que Dios quiere escribir en mi vida y aunque reconozco que aun sigo luchando por ese resentimiento que he cargado sobre el pasado, o el orgullo que muchas veces me alejan de Él, e incluso los miedos que me paralizaron, sigo avanzando cada día dejando atrás cada uno de ellos y caminar en dirección hacia lo que Él tiene preparado.
 
Jesús habla de un nuevo tiempo, una oportunidad para empezar de nuevo. Él anuncia que el reino de Dios está aquí, presente, tocando a mi puerta. Esto me recuerda que no importa cuán pesado haya sido el año o cuantas veces haya fallado, Dios me ofrece un nuevo comienzo. Él no nos deja estancados en el pasado; en cambio, nos invita a arrepentirnos cada día y creer en Su buena noticia: “hay una nueva oportunidad para ti”.
 
Creer en el evangelio significo para mí, que confiar en que Su plan es más extravagante de lo que mis ojos puedan imaginar, que Su gracia es suficiente, y que, aunque no sé qué traerá el próximo año, estoy confiada que Él será mi guía y mi fortaleza. Hoy escucho a un Jesús susurrándome: «No tienes que hacerlo solo. Yo camino contigo». estoy segura de que Él ya está allí, esperando para guiarnos y sostenernos.
 
Así que hoy he decidido entregar mi próximo año en Sus manos. No sé cómo serán los días por venir, pero sí sé que con Dios a mi lado, cada día puede ser un nuevo comienzo lleno de propósito y esperanza.
 
Oremos juntos: Señor, aquí estamos al final de este año, con el corazón abierto y la mirada puesta en Ti. Gracias porque en Tu amor siempre hay un nuevo comienzo. Reconocemos que no siempre hemos caminado como debíamos, Por eso hoy queremos soltar lo viejo y aferrarme a lo nuevo que tienes para nosotros.
 
Ayúdanos a arrepentirnos de todo lo que no te agrada y a confiar plenamente en Tu evangelio. Danos fe para creer que tu reino está cerca y que, aunque los días sean inciertos, tú eres nuestra roca firme. Padre amado, queremos en este nuevo año, entregarte nuestras alas, nuestros sueños y nuestras preocupaciones. Guíanos en cada paso y úsanos para llevar esperanza a los demás. Gracias por ser el Dios de los nuevos comienzos. En el nombre de tu hijo Jesús, amén.
 
Un recordatorio final: Este nuevo año es un regalo de Dios. Vivan cada día con propósito, sabiendo que el mejor lugar para comenzar de nuevo es siempre en las manos de su Creador.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio, KGD

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