Rompe el Techo ¡y Entra!
Marcos 2:1-12, nos habla del milagro del paralitico de Capernaum, un hombre que estaba a las afueras de una casa en la que Jesús estaba ministrando la palabra. A pesar de que él quería entrar, no podía; primero porque su condición física no se lo permitía y segundo porque había una gran multitud de gente. Dice la palabra que vinieron a él varias personas que lo tomaron y vieron en el techo de esta casa una oportunidad para bajar por allí aquel hombre y acercarlo al Señor.
Dice el verso 5 : “. Al ver Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.” Verso 11 “[…] A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.”.

En Lucas 5:17-26, este mismo milagro se relata y no pude pasarlo por alto, inicia diciendo, un día que Él estaba enseñando, estaban allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; Y EL PODER DEL SEÑOR ESTABA CON EL PARA SANAR. Vemos que había gran número de personas, entre ellos fariseos, doctores de la ley, seguidores del Señor, seguramente habían más enfermos y personas que estaban batallando, con necesidad y detrás de un milagro; y me pregunto ¿por qué a ninguno de ellos se manifestó el poder del Señor, sino a esta persona paralítica y que tuvo que ser llevada por alguien más?, ¿cómo puede ser que EL PODER DE DIOS ESTABA CON ÉL PARA SANAR, y todos quienes estaban allí reunidos, seguramente desde que el Señor empezó a ministrar, a enseñar y llevaban más tiempo; no lo percibían?

Es ahí donde veo y me asusta pensar, que no quiero estar en donde está el poder de Dios, ¡Y NO SENTIRLO, NO PERCIBIRLO! En esta casa la atmosfera estaba cargada de la PRESENCIA Y EL PODER DE DIOS, pero los doctores, fariseos, sacerdotes, seguidores, simpatizantes y todos los demás allí no lo sentían. Creo que ésta es una invitación a cuidar, el no hacerme y sentirme tan profesional en la Palabra, que descuide y deje de percibir la presencia de Dios.

Los fariseos y personas que escuchaban allí al Señor estaban más conectados con los mandamientos que con su Creador, por eso el milagro llega cuando la Fe de estas personas desesperadas por acercarse a la Presencia del Señor DESATAN LO SOBRENATURAL en ese lugar. No sabían mucho de leyes o de la palabra, pero estaban hambrientos por estar en la presencia y que ésta impactara en la vida de su amigo; por eso no les importo romper el techo e irrumpir y entrar.

Definitivamente no me puedo permitir que el tiempo que llevo caminando con el Señor, lo que he aprendido de su palabra y lo que he recibido de él; en vez de hacerme sensible a su presencia, me aparten de ella. ROMPAMOS EL TECHO Y ENTREMOS A LA PRESENCIA DEL SEÑOR. Que nuestra hambre por su presencia nunca, NUNCA se sacie, QUE NUNCA SEA SUFICIENTE!

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio, CL

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