Salvación

Salvación

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8 RVR1960)

Dios nos ha dado mucho más de lo que merecemos por medio de Cristo. Por nuestro pecado, merecíamos la muerte (Romanos 3:23), pero «siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (5:8). 

Éramos indignos, pero Jesús – que era intachable y santo – dio su vida para que pudiéramos escapar del castigo por nuestro pecado y, un día, vivir para siempre en el cielo. Esto me hace recordar a una de las clases del discipulado que nos decía que el Padre nos veía a través de Jesús, que Jesús iba delante de nosotros bañado en sangre como el cordero inmolado para que nosotros pudiéramos acercarnos al trono de la gracia del Padre; esa clase me marcó, creo que hasta ese momento yo no había entendido el sacrificio de salvación. 

La vida eterna es un regalo de Dios. No es algo que ganamos con nuestro esfuerzo. Somos salvos por la gracia de Dios, por la fe en Cristo (Efesios 2:8-9). 

El costo fue muy alto… más que «cosas corruptibles, como oro o plata». Se requirió «la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación» (Pedro 1:18-19). Jesús dio su vida, un alto precio que pagar, para transformarnos en parte de su familia. Y Dios lo levantó de los muertos. Cuando entendemos el costo de nuestra salvación, aprendemos a ser verdaderamente agradecidos. La salvación es infinitamente costosa, pero absolutamente gratuita. 

La salvación no es solo una promesa de vida eterna con Dios, sino también una experiencia cotidiana de perdón, seguridad, provisión y gracia en nuestra relación con Él. El amor de Jesús hacia nosotros es el fundamento del desafío de Pablo a andar en amor para con los demás (Efesios 5:2).

El amor de nuestro Padre nos capacita para ser pacientes y amables. En su Hijo, nos ha dado el ejemplo supremo y el medio para amarnos unos a otros, así nosotros debemos mirar, aunque nos cueste mucho a nuestro prójimo a través de los ojos de Jesús, con amor y gracia, renovando nuestro perdón día a día. 
 

Tiempo de Hablar con Dios: Señor Jesús, te damos gracias por el sacrificio que hiciste para nuestra salvación, hoy oramos para que renueves nuestro corazón y lo llenes de tu amor y de tu gracia, para ver a los demás a través de ti, renueva en nosotros el Espíritu de misericordia y perdón.

 
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (LPGF)

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