SÉ AMIGO
SÉ AMIGO
Proverbios 18:24  El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.

(Devocional a dos voces)

Desde muy temprano, debido a mi condición de hija única del matrimonio de mis padres, descubrí en el vínculo de  la amistad, la mejor opción de  compañía y apoyo,  jamás fui solitaria,  siempre he sido una persona de verdaderos amigos, que procura hacer conexiones reales,  estableciendo lazos fuertes con quienes conozco;  pero solo hasta conocer al Señor Jesucristo, descubrí con mayor profundidad de esta palabra, cuando el Dios del Universo nos llama sus Amigos.

Yo en cambio, fui el segundo en una familia de 3 hijos, y mis mejores amigos fueron mis hermanos durante toda mi niñez; luego, en la adultez la realidad de mi vida me esforzó en diferentes contextos, lejos de quienes amo, entendí que de manera voluntaria debía procurar construir amistades verdaderas para acompañarnos también en el camino de la vida, mostrarme amigo ha sido entonces un reto y alcanzar la unidad con ellos una prioridad, pues anhelo conocer con tales ese sentimiento de hermandad tan puro y desinteresado que conocí desde la niñez.
Definitivamente nuestras experiencias han sido muy diferentes, pero ambas nos han llevado al mismo punto: la Amistad requiere intencionalidad, pues todo aquel que quiere saborear la unidad que hay en ella, esa que incluso que supera la hermandad,  debe tener la iniciativa de ser y actuar como un amigo, es decir, manifestar verdad, lealtad, amor, respeto y solidaridad primero.

Bueno… mirando las cosas desde esta perspectiva, cuando no  existe intencionalidad en las relaciones con nuestra familia de sangre, con la familia civil, los compañeros de trabajo y por supuesto dentro del matrimonio, el vínculo de la amistad no se cultivará, y habrá por tanto,  gran perdida, pues  sin duda esta conexión es una faceta extraordinaria del amor, de ese camino aún más excelente y  el Señor Jesucristo nos lo dejó ver cuando dijo que no había mayor amor que el de aquel que pone su vida por un amigo (Juan 15:13).

En nuestros 8 años de matrimonio hemos aprendido a mostrarnos amigos el uno al otro, pues sin la complicidad de la amistad es imposible edificar la unidad matrimonial; la estabilidad que provee permanecer en la palabra, ser leales e incondicionales, decidiendo siempre por el amor y la solidaridad se ha convertido en un terreno firme para sobreedificar nuestro hogar.

Iglesia, sé amiga, una iglesia unida, primero debe ser una iglesia amiga, aquella que edifica relaciones verdaderas que conectan cada vez con mayor esfuerzo y nos hacen elevarnos a un nivel de amor por Dios y por el prójimo nunca antes conocido.

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio. FC – LC.

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