Sed Lleno del Espíritu Santo
Isaías 32: 15-18 NTV “Hasta que al fin se derrame el Espíritu sobre nosotros desde el cielo. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil, dará cosechas abundantes. (16) La justicia gobernara en el desierto y la rectitud en el campo fértil. (17) Y esta rectitud traerá la paz; es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre. (18) Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar, y encontrará reposo”.
 
Sabemos que nuestro amado Señor Jesús, es nuestro Rey Justo, que juzga por su Ley, Su Palabra es su Constitución, por lo cual, El gobierna con justicia, todo cuanto existe. Él Señor juzga con su preciosa Palabra que no cambia ni varia. Ese es el reino que nosotros anhelamos para dar un paso de firmeza, un paso de fe.

Usted y yo somos representantes de Dios en la tierra. Cuando Cristo mora en nosotros, somos los que vamos a reflejar a Cristo, si hacemos su voluntad y damos testimonio de Él. Como siervos del Señor, seremos de ayuda para otras personas, de acuerdo con lo que Dios ha provisto para nosotros, compartiremos con otros, nos van a escuchar por nuestro testimonio, porque dirán que sí funciona el creer en la Palabra de poder. Los principios del reino pueden mientras tanto instalarse en nuestras vidas, mientras ese reino se instala en la tierra y hacer de nosotros personas diferentes, la vida tiene sentido cuando nos refugiamos en las promesas de nuestro Dios.

La persona transformada, tendrá una verdadera regeneración y manifestará el amor de Dios para irradiar lo que Dios hace en nuestras vidas, cuando una pareja discute mucho, cuando hay muchas contiendas en el hogar, infidelidad, ese es el resultado, no es el problema, el problema estaba antes, porque: No se tiene intimidad con el Señor. Y la única manera que haya solución es que su Espíritu sea derramado sobre nuestras vidas. ¿Y hasta cuando se sufrirán las consecuencias?, ¿hasta cuándo durarán esas adversidades sobre nuestras vidas? Hasta que al fin se derrame el Espíritu sobre nosotros desde el Cielo. (Isaías 32:15) porque con nuestras propias fuerzas no vamos a salir de los problemas.

Si su Espíritu está el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil será estimado por bosque. Aquí no solo estamos hablando de prosperidad material sino de nuestra paz, tranquilidad, felicidad, y eso lo vamos a impartir en nuestro diario vivir y otras personas van a querer lo que portamos. Por eso, al iniciar el capítulo 32: 1 de Isaías dice: ¡Miren ¡¡Se acerca un rey justo ¡y príncipes honrados gobernarán bajo su mando.  Miremos al Rey justo y sus príncipes, serán una bendición para los demás, porque los demás dirán ella o él pasa por los mismos problemas o situaciones mayores que yo y mira la actitud que tiene.

Y habitara el juicio en el desierto, el desierto es lugar de escasez, crisis, pero habitara la justicia; la confianza y la obediencia, el resultado de la justicia será la paz y reposo para siempre, las decisiones que tomemos para efecto de paz y seguridad, “mi pueblo habitara en moradas de paz, dice el Señor”. Mientras nuestras vidas sean manejadas por nosotros mismos, la justicia, tranquilidad, paz y seguridad serán esporádicas, ocasionales, muchas veces inexistentes. Pero si pudiéramos permitir que la Presencia de Dios y su Palabra dirijan nuestras vidas, la tranquilidad, la seguridad y la paz serán una buena compañía para cada uno de nosotros y será permanente para el ahora, para el hoy, pero será definitiva cuando Nuestro amado Señor Jesús, cumpliendo su Palabra regrese y establezca un reino nuevo para siempre.

A veces necesitamos un llamado de atención y cuando estamos frustrados, en luchas que no terminan, y de promesas que no se cumplen, pero en medio de un llamado de atención de un Padre amoroso, hay una palabra de aliento y de confianza en El Señor que nos anima.

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (LN)

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