Señales de Verdadera Adoración
Salmos 100: 1-5 DHH “¡Canten al Señor con alegría, habitantes de toda la tierra! Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre! Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin”

La verdadera adoración, ese acto de conexión íntima con Dios donde nuestro corazón postrado se fusiona con el de nuestro Señor, provocando una renovación de todo nuestro ser, transformándonos a nuestro diseño original, el salmo 100 es conocido como el “Salmo de alabanza o acción de gracias”; Sin dudas la adoración, la alabanza y la acción de gracias se interrelacionan perfectamente en lo espiritual concluyendo que el que adora; alaba, y el que alaba es agradecido con Dios y viceversa. De tal manera que este pasaje nos revela algunas señales de un verdadero adorador.

En primera instancia podemos observar que el salmo en estudio menciona tres veces la palabra alegría como una característica del verdadero adorador cuando dice: “¡Canten al Señor con alegría, habitantes de toda la tierra!” también la menciona cuando afirma “Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia!” Así que la primera señal del verdadero adorador es la alegría; cuando adoramos al Señor nuestra tristeza se convierte en gozo, podemos experimentar la libertad de toda opresión.

La segunda señal de la verdadera adoración es que se reafirma nuestra identidad como hijos de Dios, podemos reconocer sin lugar a dudas que somos su pueblo, no a medias, por ratos o entre dientes, No: plenamente; tal como lo menciona la Escritura de hoy cuando dice: “él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado!”. Aquel que experimenta la adoración jamás volverá a encontrar plenitud en otro lugar y su amor al Padre irá en aumento conforme al primer y gran mandamiento que dice “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.  Este es el primero y grande mandamiento” Mateo 22:37 RVR60

Finalmente, como tercera y cuarta señal de un verdadero adorador tenemos la alabanza y la acción de gracias, un buen adorador de Dios canta con alegría, entona himnos de alabanza y es agradecido, tal como invita la Palabra cuando dice: “Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre!” lo que me lleva a preguntar: ¿Cuántas veces exalto al Señor diariamente por todas sus obras en mi vida? ¿Cuántas veces agradezco con todo el corazón los milagros extraordinarios que sostienen mi existencia diariamente?

Amado Padre, te pedimos que a través de una adoración verdadera nos llenes con tu Espíritu de amor, alegría y gratitud hacia ti, pues tu amor es eterno y tu fidelidad no tiene fin.

Devocionales Refúgiate es Su Palabra – Casa de Refugio – FJCG
#MiMetaEsAlabar 

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