Serie: Esfuerzo y Valentía (II)

}Cuando Dios le dio a Josué la misión de llevar al pueblo de Israel a la tierra prometida, le dijo: “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” (Josué 1:6 RVR1960)

La valentía se refiere a la actitud y determinación con la cual un individuo hace frente y responde ante una situación de peligro, miedo o riesgo. Valentía también es una virtud del ser humano que impulsa a ejecutar una acción a pesar del miedo y temor por las dificultades y riesgos a sobrepasar. 

La valentía te hace entrar en la tierra de las promesas que Dios tiene ya reservadas para tu vida. Combinada con el esfuerzo, esa valentía te abrirá las puertas para que puedas experimentar la obra de Dios en tu día a día.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Dios no le sugiere a Josué que sea valiente: es un mandamiento, una orden. Le manda en tres ocasiones a lo largo de este pasaje que se esfuerce y que sea valiente, porque sabía que sin estas cualidades no podría cumplir con su misión.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Cuando Dios te regala su Espíritu Santo te está dando poder para ver lo extravagante de sus obras, amor para que vivas como digno ciudadano del cielo y dominio propio para obedecer sus instrucciones y no dejarte guiar por tus emociones.

 
El miedo es una de las armas más poderosas del enemigo: nos hace ver las cosas de forma distorsionada y nos lleva a tomar decisiones equivocadas. La valentía consiste, no en ignorar esos miedos, sino en vencerlos. Nuestra arma de poder contra el miedo es la fe, confiar en Dios es estar totalmente seguro de que vas a recibir lo que esperas. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. Dios aceptó a nuestros antepasados porque ellos confiaron en él.

Hebreos 11:1-2 RVR1960 nos dice “que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”

Como cristianos estamos llamados a tener el carácter de Jesús y la valentía es parte de su carácter. Jesús es el ser más valiente que yo haya conocido en toda la historia de la humanidad. Él ha vencido a la muerte y a las tinieblas, y no solo como Dios, sino también como Hombre. Jesús hizo frente a la tentación, al temor y la angustia, y venció sobre ellos. Cuando la angustia llenó su propia alma en Getsemaní debido a que su hora había llegado, eso tampoco le detuvo: se fortaleció en el Señor y fue adelante, venciendo para siempre en la cruz. Jesús entregó su vida ahí, para que nosotros pudiésemos ser salvos por la Eternidad.


Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo, nuestro hombre interior se renueva de día en día.” (2 Corintios 4:16 LBLA)

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (LG)

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