Rut 1:1-5 RVR1960: “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.”
Rut es uno de los libros históricos de la biblia, su escritor es anónimo, sin embargo, el Talmud babilónico considera al profeta Samuel como uno de sus posibles autores. La historia se desarrolla en las regiones de Moab y Belén. Este libro cuenta la historia de una familia que vivía en Belén, un nombre de origen hebreo que significa “Casa del pan” pero que, estaba pasando por una temporada de hambruna.
El autor no nos cuenta mucho sobre las circunstancias de la familia, comenzamos casi inmediatamente con su viaje hacia Moab. El capítulo inicia contando la situación política que se vivía en ese momento, estaban siendo liderados por jueces. Vemos que comienza con una historia de hambre, muerte y desconsuelo. Era un momento muy difícil en Belén, Elimelec la cabeza de la familia, decidió moverse hacia Moab, con su esposa Noemí y sus dos hijos.
Aunque parecía lo más acertado, esto fue una mala decisión pues se estaban moviendo de la tierra que Dios les había prometido, al desierto de donde los había sacado en el pasado. La hambruna que se estaba viviendo en la nación, venía por causa de su desobediencia.
El Señor les había advertido que la propia tierra se volvería en su contra si le eran infieles. Deuteronomio 28:15-16 RVR1960: “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.”
Desde el principio, la nación de Moab fue una nación de inmoralidad. Sin embargo, Elimelec tomó la decisión de desplazar a su familia de la “Casa del pan” para viajar a una nación extraña llena de pecado.
Cuando enfrentamos tiempos difíciles, no debemos confiar en el entendimiento humano y decidir tomar la salida fácil, debemos buscar a Dios para encontrar Sus propósitos aún en medio de la crisis. Elimelec no preguntó a Dios cuál era Su voluntad, ni confió en Él. En cambio, desplazó a su familia del lugar donde moraba el pueblo de Dios a un país malvado donde no habría lugar para adorar a Dios ni hermandad con otros creyentes.
Hay lugares en donde Dios te posiciona y se puede complicar la situación en ese lugar, muchos creen que por recibir oposición o porque las circunstancias se tornen difíciles, se deben mover de allí. Elimelec se fue de la tierra porque había hambre. En esta porción de la historia podemos aprender que hay temporadas de hambre, las cuales son permitidas por Dios para probar nuestra constancia y confianza en Él.
Iglesia, que cada decisión sea tomada bajo la dirección de Dios y que las circunstancias difíciles no opaquen nuestra confianza en Él. El profeta Jeremías nos dice: “Benditos son los que confían en el SEÑOR y han hecho que el SEÑOR sea su esperanza y su confianza.” (Jeremías 17:7 NTV)
Devocionales Refúgiate en Su Palabra – Casa de Refugio (LG)
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