Sirviendo correspondo a su Amor

En el diccionario de la Real Academia Española (RAE) la palabra SERVIR tiene tantos significados como usos, definiciones varias dentro de las que podemos destacar: La persona que sirve es la que se pone al servicio del otro haciendo sus veces en un oficio u ocupación, siervo es aquel que da culto o adoración a Dios o se emplea en los ministerios de su gloria, alguien útil y dispuesto con los demás, que entrega su vida por el bien ajeno; y entre sus muchas definiciones tienen  algo en común: Servir es estar: “siempre listos” como afirman los soldados; es convertirse en un apoyo inmediato cuando Dios y los demás lo requieran. Pero qué dicen las Escrituras al respecto

Mateo 20:26-27 RVR1960: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y que el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo”

En el anterior aparte se muestra una relación directa entre el servicio y la verdadera grandeza, la grandeza de Dios; con lo que podemos concluir que entre más sirvo más crezco, entre más me dispongo a dar a los demás, más agrado a Dios; convirtiéndose el servicio en la más sublime manera de corresponder a su Amor. La acción de Servir es la verdadera razón de vivir; lo que hagamos por los demás es lo único que trasciende a la eternidad, es la verdadera riqueza, la verdadera grandeza dado que cuando le servimos a nuestro Padre, estamos manifestando en nosotros la divinidad de Aquel que por amor nos sirvió sin límites.

Lucas 22:27 RVR1960 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.

2022 El año del contraste, es también el año del Servicio, porque al habernos introducido en el real propósito de Dios, dejamos de subvalorar el hacer parte de la obra de Dios en la tierra y nuestras vidas conocen su verdadera utilidad. Esta verdad me recuerda a mi Padre terrenal, quien usaba constantemente la ancestral frase: “El que no vive para servir, no sirve para vivir” nunca antes compartí mas este pensamiento que en este tiempo, una vida encerrada en sí misma es una vida sin sentido, insípida e inútil, pero, por el contrario, cuando entendemos que nuestro paso terrenal está ligado a una misión impuesta por el dueño de nuestras almas, miramos hacia afuera con los ojos del Señor y venimos a ser esa sal que da sabor al mundo.

El pueblo de Dios es el contraste del mundo, mientras la sociedad corre en busca de saciarse a sí misma, los hijos de Dios procuran saciar las necesidades de lo que sufren, hoy tenemos como Iglesia la oportunidad de consolar, suplir, saciar y sanar al quebrantado, pues nuestro Dios nos ha colmado con la abundancia de paz que el mundo no conoce, tal como lo expresa JUAN 14:27 RVR1960 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo

Levantemos juntos una oración al Señor. Padre, líbranos de todo aquello que turbe o infunda temor en nuestro corazón a fin de que no te sirvamos, que este obstaculizando la entrega absoluta de nuestros dones y talentos a tu voluntad, queremos ver el contraste, el antes y el después en el servicio a ti, renueva nuestro Corazón por  uno que esté dispuesto a dar al prójimo con el único propósito de complacerte a ti; enséñanos Dios a prestar asistencia a quien la necesite, que entreguemos a ti los recursos, el tiempo y todo lo que somos para ser esa antorcha que ilumina las tinieblas de la humanidad. Amén.

2022 Año del Contraste – Casa de Refugio (FJCG)

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