Solo Suyos y para Él
Salmos 139: 13 RVR1960: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.”

Esta porción señala como autor exclusivo de nuestra existencia a Dios. El rey David reconoció que había sido hecho exclusivamente por Dios y no es para menos que lo afirmara con tanta claridad, porque cuando repasamos un poco su vida, encontramos que era el menor de los ocho hijos de Isaí y, como era costumbre de la época, el menor era el más postergado y al que se le daban las tareas pastoriles; sin embargo, David terminó siendo todo lo que, naturalmente, no habría imaginado: arpista en la corte real, soldado y rey de Israel. Fue un hombre que de muchas maneras comprobó que había sido hecho por Dios con un propósito que ni su familia ni él se imaginaron jamás, uno que solo podía venir de la mente infinita y todopoderosa de Dios.

Por supuesto hemos pensado que nos hizo nuestra madre y a las madres nos gusta pensar que nosotras hicimos a nuestros hijos porque estuvieron dentro de nuestro cuerpo, algunas llegan a considerar incluso, que son más nuestros que de los padres, pero la verdad es que nuestra vida y la vida de nuestros hijos, es exclusiva obra de Dios, Él nos formó en el vientre de nuestra madre porque el único capaz de darnos vida y de hacernos tan particulares y únicos como somos es Él. Saber esto, es como agua en el desierto, porque enfrentamos los ataques continuos del mundo donde para ser, es necesario hacer muchas cosas y lograr otras, pero en Dios cada uno es perfecto, no importa en qué condiciones nacimos, en qué lugar, con qué padres, si tuvimos una bienvenida esplendida o si por el contrario fuimos el motivo de angustias, tristezas y discordias. Yo, humanamente fui impensada para muchos y rechazada por un montón, porque fui la hija de una mujer soltera que se enredó con un hombre que luego supo que era casado; sin embargo, Dios se valió de esa mujer extremadamente valiente para desafiar todo y a todos, una convencida de tenerme y hacerme tan importante, apenas un poco menos importante que para Dios. Él y solo Él determinó mi existencia y solo a Él le debo mi vida entera. Dios te hizo y me hizo en lo oculto, en Su secreto, donde se hacen las mejores obras, las más exclusivas, así que la forma como llegamos pierde relevancia cuando sabemos que el Dios de todo el universo nos creó tal cual somos, blancos, negros, bajitos, altos, con estos ojos, con esta sonrisa, con este cuerpo, en Él somos perfectos, aunque el mundo nos rechace, nos critique, nos abandone, nos ataque, somos HECHURA SUYA y esto no nos lo quita nadie, ni siquiera nosotros mismos.

Por último, resalto la parte final del versículo 18 que dice: “y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. En la Nueva Versión Internacional dice: “todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos”. El salmista resalta su anticipado diseño, en tu vida y en la mía no hay azar ni improvisación, fuimos planeados con detalle. Pablo dijo que el Señor «hace todas las cosas según el designio de su voluntad» (Efesios 1:11), esto significa que nosotros y nuestros hijos tienen propósito y como padres, conocerlo y servir para su logro debe ser nuestra mayor meta, sabiendo que todo ha sido ordenado para llevar ese propósito a cabo. Las circunstancias que atraviesas, el contexto en el que estás, de todo esto se vale y se valdrá Dios para que tus hijos sean lo que Él quiere, no están ahí por error ni para impedir Su plan, por el contrario, por eso dice la palabra «El Señor cumplirá su propósito en mí» (Salmos 138:8). Que Dios nos ayude a valorar nuestra existencia y a formar la existencia de nuestros hijos para seguir siendo luz y sal en la tierra, para ser Suyos y para Él.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio, MP

Leave a Reply

Your email address will not be published.