Efesios 2:10 RVR1960: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”
Este versículo nos presenta un propósito, somos creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras. Dios, en su infinita sabiduría y misericordia, ya ha preparado de antemano estas buenas obras para que las llevemos a cabo. Esto significa que no estamos destinados a vivir una vida sin sentido, sino que tenemos un plan divino trazado por el mismo Creador. Es un llamado a andar en esas obras, a vivir de acuerdo con la voluntad que Dios ha establecido para cada uno de nosotros.
Como hechura de Dios, los creyentes somos creados y transformados por la gracia, creados de nuevo en Cristo Jesús. El propósito de esta nueva creación es participar en buenas obras, que Dios ha preparado soberanamente de antemano. Estas buenas obras no son el medio de la salvación, sino la evidencia de ella, reflejando el poder transformador de la gracia en la vida de nosotros los creyentes. Por lo tanto, estamos llamados a andar en estas buenas obras, viviendo su fe de una manera que glorifique a Dios y cumpla su propósito divino. Esto es un recordatorio poderoso de la identidad y misión del creyente, animando una vida de propósito, obediencia y servicio.
Muchos cristianos hoy en día no estamos funcionando o fluyendo en las cosas por las que fuimos criados y por tanto no somos efectivos, terminando muchas veces lastimados y dañados. Nuestra vida no carece de diseño o razón, Dios tiene grandes cosas diseñadas para nosotros, no somos una carga, somos hechura suya con un propósito sobreabundante.
Hoy lo invito a desarrollar los dones que Dios nos ha dado para cumplir y vivir ENFOCADOS. De manera que Dios nos dice que, con su Espíritu Santo, ha establecido desde tiempo atrás en su propósito, la unión más sagrada. De esta unión nace la iglesia de Jesucristo, la cual tiene la responsabilidad de reproducir la vida de Cristo, poniendo en práctica las buenas obras que ya Dios había dispuesto en su plan perfecto.
Esto es tremendo hermanos, por lo que debemos tener cuidado de No echar por tierra tan grande bendición. El que está EN CRISTO deja de estar bajo la condenación santa y justa de Dios, pasando a ser Salvo. Para poder estar en esta condición, Dios nos santificó, por eso debemos cuidar la santidad que nos ha sido dada por medio de la justificación, apartándonos de la tentación, del pecado y no practicarlo, mantener la comunión espiritual con Dios Padre y su Hijo Jesucristo y siempre Dar gracias al Señor, glorificándolo, adorándolo y alabarlo en todo momento.
Cuando se nos dice que estamos EN CRISTO debemos tener la esperanza que un día seremos glorificados.
Padre, en el Nombre de Jesús te doy gracias porque has preparado de antemano buenas obras para que las realice. Concédeme que pueda descubrir estas oportunidades y aprovecharlas al máximo en el poder de Tu Espíritu.
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (JRR)
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