Son Un Regalo
Juan 11: 1-16 RVR1960: “Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) 3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. 12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. 13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; 15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. 16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.”
 
La actitud de Jesús al enterarse de la muerte de su amigo amado era de plena confianza en el plan de Dios. Cuando le dijo a los apóstoles “Nuestro amigo Lázaro duerme”. Jesús no habla en primera persona, dice NUESTRO AMIGO, dejando clara la cercanía que existía entre todos.
 
Si hay algo que me he gozado en este precioso camino de la vida en Cristo, es contar con un gran grupo de amigos. Todos únicos
 
Cuando me casé, con mi esposo hicimos varios ejercicios guiados por una psicóloga y uno de ellos era hablar de nuestros negociables y no negociables. Entre las primeras cosas de mi listado decía “Mis amigos, son mi familia y así como me caso contigo y tu familia, tú te casas conmigo, mi familia y mis amigos, por eso mí no negociable es pasar tiempo de calidad con mi familia escogida por Dios”. Al principio no lo entendió porque hasta ese momento él había cultivado pocas amistades en su vida y no estaba interesado en tener nuevos amigos a su edad, pero Dios que es tan maravilloso, poco a poco fue ministrando su corazón hasta que comprendió que ese amor “filos” era una verdad entre nosotros, y digo nosotros porque ustedes son parte de esa familia escogida, mis amigos de verdad. Lo que en definitiva no me esperaba era que en el plan de Dios estaba escrito que mis amigos hoy serían sus amigos amados, aquellos con los que puede ser él sin sentirse juzgado, que lo aman con un amor entrañable, que lo apoyan, que celebran con él sus logros y lo apoyan en los momentos difíciles, pero lo más importante, amigos que lo han ayudado a creer que Dios tiene para todos un plan de salvación y de renovación y que dentro de esa renovación están sus amigos y hermanos en la fe. Escucharlo hablar con tanto amor de mis amigos, esos que me han acompañado durante años en mis luchas humanas y espirituales y de los hermanos que Cristo le regaló es sin duda más de lo que alguna vez pude soñar.
 
Hoy me gozo cuando lo veo anhelar sus encuentros, cuando se ríe recordando sus conversaciones coloquiales, cuando bromean juntos y cuando lo reciben con un abrazo recíproco cargado de tanto amor, ese que solo puede provenir de Dios.
 
En mi hogar somos muy bendecidos con su presencia en nuestras vidas. Cada uno desde su autenticidad ha sido un ayuda de Dios para traer resurrección a diferentes áreas en nuestras vidas, a propósito, alguna vez escuché la frase “los amigos son quienes nos resucitan una y otra vez de nuestras tragedias” pero hoy en casa damos la gloria a Dios porque contamos con Jesús, el AMIGO MAYOR que nos resucita una y otra vez de las muertes por las que tenemos que atravesar mientras nuestro carácter se va moldeando cada vez más al suyo y que así como a Lázaro, por amor, nos regaló la vida eterna.
 
Amigos, nos queda un largo camino por recorrer juntos y tener la certeza que contamos con cada uno de ustedes como parte fundamental de nuestra vida, nos llena de gozo y agradecimiento con Dios por habernos hecho una familia. Sus vidas para nosotros SON UN REGALO.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (DS)

Leave a Reply

Your email address will not be published.