Tiempo de los Improbables
Eclesiastés 8: 1-16 RVR1960:¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces? El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo. 10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. 14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol. 16 Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); 17 y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla”.

Cuando terminé de leer este pasaje solo pensé en una gran película que, aunque he dejado de ver porque me entristece, es Million Dollar Baby, tiene que ver con lo que Salomón en el ocaso de su vida y ministerio nos cuenta aquí en este libro. El hijo de David lo tuvo todo, pero después de haber gozado de todo lo que tenía en extremo llego a serias conclusiones que son expuestas en estos versículos: Todo es Vanidad.

Esta película muestra una relación maravillosa entre una mujer con pocas probabilidades en el mundo de conseguir sus sueños y un entrenador, con mucha experiencia y un genio terrible, que ve más allá de las imposibilidades del exterior; pero lo más extraño de esta lúgubre película ganadora de premios es que una mujer de casi 30 años logra lo que ninguna otra a su tiempo puede hacer; se prepara contra todo pronóstico, entrena con hambre y escasez; y después de un tiempo llega a ser la mejor boxeadora de los Estados Unidos. Ella gana un premio improbable y a destiempo. Aunque el final es injusto, por eso decidí no volver a verla; de eso no hablaremos ahora. 

Pero ella lo logra, este hombre toma el papel de su padre; la ama como a su propia sangre y la entrena sin cesar para que ella ¨LA IMPROBABLE¨ llegue al lugar que otras en el boxeo no pudieron llegar con honestidad y mucho esfuerzo. El escritor de esta carta afirma lo mismo que vemos aquí: él hará todo lo que quiere. ¿Quién? ¡Pues nuestro Dios!

Hace como quiere y con quién quiere; en sus tiempos o a lo que parece a destiempo. Pero hace una aclaración mayor para el hombre de Dios: y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. El tiempo de ella para lograr el sueño de su vida de ser la mejor boxeadora fue a destiempo, fuera del tiempo humano y de la mente humana. Ella no bajo los brazos, se sobre esforzó, luchó hasta el cansancio y lo logro. Maggie discernió que era su tiempo para lograrlo.

En el versículo 6 hay una vehemente promesa expresada por Salomón que se hace realidad en el marco de esta puesta en escena que les he expuesto y además, en la vida de cada uno de los hijos de Dios:
Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio. Hay algo especial en esta palabra del Padre, dice TODO; no algunas cosas, sino todo; absolutamente todo; no se refiere a algunas partes, sino a TODO. Para todo lo que hemos orado, clamado y pedido según la voluntad de Dios hay un tiempo. ¿Lo crees?

Es tiempo de determinarnos a creer en esta promesa. Oremos al Padre y en nombre de Cristo por eso.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (TAS)
#MimetaesEnseñar

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