Josué 6:15-16 RVR95: “El séptimo día se levantaron de madrugada y volvieron a marchar alrededor de la ciudad, solo que ese día lo hicieron siete veces. En la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban sus trompetas, Josué dio la orden: ¡Griten con todas sus fuerzas! ¡Dios nos ha entregado la ciudad!”
Constantemente escuchamos los beneficios de trabajar en equipo, pero difícilmente podemos gozar de ellos, porque encontrar personas dispuestas a alcanzar un mismo propósito y ponerlas de acuerdo, pareciera una tarea imposible. Lo peor de todo, es que todos sabemos que en muchas esferas de la vida necesitamos trabajar de la mano con otros, porque sólo así seríamos más efectivos y eficientes, sin embargo, prevalece la individualidad en todo lo que hacemos, o si accedemos a trabajar con otros, lo condicionamos a nuestro círculo personal afectivo.
La biblia nos enseña que las grandes victorias se alcanzan trabajando en equipo. Son varios los ejemplos que tenemos de Dios obrando maravillas cuando Su pueblo se pone de acuerdo para trabajar en unidad; Noé no hubiera podido construir el arca sólo, Moisés tuvo que reunir 70 hombres más para guiar al pueblo porque era muy difícil hacerlo sólo (Números 11:14-17), luego en la batalla en Refidim, mientras unos peleaban, él intercedía y otros le ayudaban a tener sus manos levantadas (Éxodo 17:8-16), en el Nuevo Testamento vemos a la iglesia primitiva trabajando unida para extender el Reino de Dios.
Hoy vemos el ejemplo del pueblo de Israel trabajando unido para mostrar la fidelidad de Dios ante todas las naciones, lo que nos enseña nuestra necesidad de discernir lo que es trabajar como un solo cuerpo, como un solo hombre para el Señor, dejar de lado nuestras propias necesidades y ponernos de acuerdo para batallar juntos en nombre del Señor, “para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.” (Josué 4:24)
Sólo cuando actuamos en unanimidad podemos ser más efectivos, porque yo necesito los dones que tú tienes y tú necesitas los dones que yo tengo, porque nosotros necesitamos potenciar lo que Dios ha puesto en cada uno para que, como Sus saetas, demos en el blanco cada vez que nos saque de Su aljaba con el propósito de herir las huestes de maldad. Dios no descarta a nadie, todos somos útiles, todos tenemos una tarea específica.
Dios dio instrucciones específicas para tomar la ciudad de Jericó, unos tenían que tocar las bocinas de cuernos de carnero, otros llevaban el arca del pacto, unos iban a la retaguardia, otros armados delante del arca, como todo con Dios, en armonioso orden. Así la iglesia del Señor necesita ser estratégica para su trabajo en equipo, necesita moverse con actos proféticos contundentes, que revelen la confianza en el Dios vivo, en Aquel cuya espada esta desenvainada (Josué 5:13), lista para Su batalla.
Recordemos las palabras que el apóstol Pablo dejó a la iglesia en Roma: “Todo el mundo sabe que ustedes obedecen a Dios, y eso me hace muy feliz. Quiero que demuestren su inteligencia haciendo lo bueno, y no lo malo. Así el Dios de paz pronto vencerá a Satanás, y lo pondrá bajo el dominio de ustedes. ¡Que Jesús, nuestro Señor, siga mostrándoles su amor!” (Romanos 16:19-20 TLA)
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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