Un Buen Testimonio, vale más que Plata y Oro
Proverbios 22:1 RVR1960: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que plata y oro.”
 
Quiero decirles que escuche alguna vez a alguien decir, “no conozco la clave del éxito, pero sí sé que la clave del fracaso es tratar de quedar bien con todo el mundo…”, algo cierto, porque no podemos caerle bien a todos por más que intentemos ser personas agradables, comunicativas, carismáticas y demás. Puede ser que haya personas a quienes no les guste nuestra forma de ser, y no les caigamos en gracia.
 
Pero en este versículo estamos viendo algo muy interesante, nos habla que es de mayor estima el buen nombre que las riquezas, y más importante es la buena fama que el oro y la plata. Y en este punto podemos pensar que se nos habla de opinión, o lo que los demás piensen de nosotros, pero en realidad va por otro camino, va por el Camino del Carácter y el del Testimonio.
 
Porque, es más importante el testimonio que yo tengo, es más importante el carácter que yo demuestro. Muchas veces podemos mostrar algo que no somos y mostrar cualidades que quizá no tenemos, que quisiéramos tener, pero no tenemos. Podemos mostrar humildad cuando no la tenemos, mostrar interés o incluso afecto o amor por otras personas cuando no lo tenemos. Por eso lo que más importa no es lo que aparentamos, sino lo que realmente somos.
 
El Señor ve lo que realmente somos. Un buen nombre, una buena reputación, un buen testimonio, un buen carácter sólo se demuestran con la vida día a día, de todos los días, en las decisiones, en las pequeñas y en las grandes cosas; se trata de tener un carácter aprobado por Dios. La aprobación que más debería importarnos es la aprobación de Dios y no tanto la aprobación de las personas, porque como les refería al principio, por más que lo intentemos no vamos a caerle bien a todo el mundo.
 
Lo importante es que tengamos la aprobación de Dios, que Dios cuando nos mire apruebe nuestra vida. Y esto no significa que somos perfectos, todos tenemos un montón de cosas todavía por ajustar; realmente muchos ajustes que hacer y cosas que todavía necesitamos superar. Pero se trata de tener un carácter conforme al corazón de Dios, de tener las mismas prioridades, las mismas preocupaciones, los mismos intereses, todo lo que nace de Él, y es para Él.
 
Estoy segura que Dios mira con agrado ese tipo de corazones. Nuestro desafío es construir un buen testimonio, eso es algo que nuestro Padre verá con agrado.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (C.L)

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