Un Corazón Fértil
Proverbios 4 :1-12 RVR1960: Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura. Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley. Porque yo también fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre.Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará. Sabiduría, ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará. Oye, hijo mío, y recibe mis razones, y se te multiplicarán años de vida. Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, y si corrieres, no tropezarás”.
 
¿Cuántos no queremos andar por la vida tropezando menos?, ¿cuántos no anhelamos un consejo a tiempo, o una palabra sabia para el momento justo? Hoy el Padre nos enseña a no apartarnos de su palabra, a seguir el ejemplo de Jesús de honrar a padre y madre, así como él lo hizo en su paso como Hombre por la tierra. Así mismo, nos instruye y anima a guardar sus mandamientos; sentencias que son consejos de vida, de ahí su insistencia a retenerlos en nuestros corazones. Esa es la verdadera sabiduría, su palabra cargada de sabias enseñanzas e instrucciones que quiere hoy depositemos en nuestro entendimiento para ponerla por obra, y nos expresa que sobre todas nuestras posesiones seamos sabios. Eso quiere decir que, primero es su palabra antes que cualquier posesión.
 
El Señor nos regala estas dos hermosas promesas para el día de hoy:
 
1.      “Oye, hijo mío, y recibe mis razones y se te multiplicarán años de vida”. Él quiere regalarnos vida
2.       Nos dice: “Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos. Y si corrieres, no tropezarás.” Atesorar sus mandamientos es andar con pasos firmes, y no tropezar.
 
Así que, si quieres un consejo a tiempo, tropezar menos y una sabia palabra, nuestro Padre celestial dejó escrito todo su mensaje de vida especialmente para ti.
 
 Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (EA)
#MimetaesEnseñar

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