Un Padre Confiable
Isaías 25:1-5 RVR1960: “Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro. Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos”.

Recordar las maravillas que Dios ha hecho a lo largo de la vida es hacer memoria de su bondad, amo y cuidado, cada vez que nuestro corazón recuerda su intervención divina, se regocija en el favor de Dios, avivamos la fe y la confianza en ese Padre que es totalmente confiable, porque su palabra es verdad.

Incontables veces hemos visto y escuchado el cumplimiento de su palabra, por eso es verdad. El no miente, la hemos visto cumplida en nuestra vida y en las vidas de otros, es firme porque nunca cambia y nos permite permanecer con él y en él.
Nuestro Dios nos guarda y respalda en todo, conforme a su buena voluntad para cada uno de nosotros, esa confianza en el Padre que anima a recibir su voluntad y favor con amor y reverencia.

Hay un llamado hoy a ser hombres y mujeres libres del orgullo que lleva un ímpetu que nuestro Dios derriba y humilla, porque en nada nos es de provecho en nuestro propósito, conforme hemos sido llamados por él. Todo aquel que se considera fuerte y robusto será marchitado, porque en nada ayuda a que su favor se manifieste.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (EA)
#MimetaesAlabar

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