Hoy quiero con este devocional hacer un reconocimiento a cada una de las personas que sirven y trabajan para el Señor de alguna manera y no es porque lo necesiten, pero el Señor les quiere decir: gracias.
En una iglesia pequeña como la nuestra, muchas veces los servidores realizan varias tareas a la vez, pueden ser líderes, maestros de niños, ministros de alabanza, ujieres y encargados de la limpieza, todo a la vez. A veces, el trabajo puede parecer abrumador y puede dar la impresión de que nadie lo nota, pero Hebreos 6:10 nos da una promesa poderosa, Dios ve cada acto de servicio, aunque otros no lo vean o lo reconozcan, Dios no es injusto para olvidar el amor que has mostrado.
Cada pequeño esfuerzo, cada acto de amor hacia los hermanos en la fe, Dios lo toma en cuenta. A menudo en las iglesias el trabajo se realiza en silencio, sin muchos aplausos ni reconocimiento humano. Pero la motivación de nuestro servicio no debe ser el reconocimiento, sino el amor por Dios y por Su iglesia, es su mirada y Su aprobación lo que realmente debemos buscar y lo que importa.
Recuerda para quién trabajas. Aunque los demás no vean lo que haces, Dios sí lo ve, cada sacrificio, cada tarea que realizas con amor tiene un valor eterno.
El valor del amor en el servicio es lo que marca la diferencia, el amor con el que lo hacemos. No se trata solo de cumplir con una responsabilidad, sino de hacerlo con un corazón dispuesto a honrar a Dios y a edificar a los demás. Él no es un Dios injusto y no se olvidará de ti. El trabajo que haces por amor a Su nombre será recompensado.
La siembra que haces hoy, aunque parezca pequeña, dará fruto en el tiempo perfecto de Dios, por eso hoy oro por cada uno de los servidores: «Señor, te damos gracias por cada hermano y hermana que sirve con amor en esta iglesia. Gracias porque, aunque a veces el trabajo parece pesado o no es reconocido por los demás, Tú no olvidas ningún esfuerzo. Te pedimos que fortalezcas a cada servidor, que les renueves las fuerzas y les recuerdes que están sembrando en terreno fértil. Que siempre tengan la certeza de que Tú, Dios justo, no te olvidas de sus obras de amor y su trabajo tiene un impacto en lo espiritual y en lo eterno. En el nombre de Jesús, amén.»
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (PG
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