Una Casa Cristo Céntrica
1 Reyes 6:7-38 RVR1960: “…Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro. La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero. Labró, pues, la casa, y la terminó; y la cubrió con artesonados de cedro. Edificó asimismo el aposento alrededor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro. Y vino palabra de Jehová a Salomón, diciendo: Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos e hicieres mis decretos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre; y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel. Asimismo hizo al final de la casa un edificio de veinte codos, de tablas de cedro desde el suelo hasta lo más alto; así hizo en la casa un aposento que es el lugar santísimo. La casa, esto es, el templo de adelante tenía cuarenta codos. Y la casa estaba cubierta de cedro por dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía. Y adornó el lugar santísimo por dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová. El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura; y lo cubrió de oro purísimo; asimismo cubrió de oro el altar de cedro. De manera que Salomón cubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del santuario con cadenas de oro, y lo cubrió de oro. Cubrió, pues, de oro toda la casa de arriba abajo, y asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo.  Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera. Y cubrió de oro el piso de la casa, por dentro y por fuera. En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa de Jehová. Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años”.

En este pasaje el Señor nos muestra la dedicación que deben tener sus planes, ya que, nos dice el verso 7 que no se escucharon ni martillo, ni hacha, ni ningún otro instrumento de hierro en medio de la construcción, lo que nos deja ver dos cosas, planeación y atipicidad, porque todo lo que se llevó para la construcción del templo nació en el corazón de Dios, se reveló a Salomón y tenía una planificación muy estricta, de manera que, cuando llegara el material al sitio para ser levantado el templo, todo cuadrara perfectamente; por otro lado fue una obra atípica, donde no hay el ruido constante, es una obra silenciosa que acalla el ruido de este mundo, para dar prelación a la voz de Dios y pueda ser escuchada su instrucción y pueda ser ejecutado a cabalidad su mandato.

El Señor también nos recalca la importancia de la pureza y dedicación de sus y a sus cosas, lo que se le conoce como Santidad (apartado del mundo para uso exclusivo de Dios), y esto es representado con la cobertura de oro purísimo en medio del lugar santísimo, según nos muestra la palabra en el verso 20. El oro es ese elemento  símil que utiliza el Señor, por el proceso que debe pasar para lograr cierto grado de pureza que se conoce como refinamiento (eliminación de impurezas), y es lo mismo en medio de nuestra vida, un proceso diario en Cristo Jesús, donde morimos a nuestra carne y se vivifica su Espíritu en medio de su presencia, poco a poco vamos siendo purificados hasta que Él venga y transforme esto corruptible y sea vestido de incorruptibilidad, es un proceso, pero que debe ser diario, andando en sus estatutos, haciendo sus decretos y guardando todos sus mandamientos, andando en ellos.

Dios a través de su palabra nos ha enseñado y nos recuerda según verso 37, que lo principal en medio de las construcciones son los cimientos y debe ser lo primero, lo principal en medio de su casa; nos ha enseñado que Él es la Roca y todo aquel que edifica sobre la Roca será hombre prudente, tal y como lo dice Mateo 7:24-26, donde vendrán lluvia, ríos y vientos y no seremos movidos por la Roca que nos cimenta, Cristo Jesús. Finalmente, nos habla que esta construcción tomó cierto tiempo para ser culminada (7años), y el Señor nos quiere recordar que todo es un proceso, algunos cortos, otros un poco más largos, pero de su mano y cimentados en Él, serán culminados. No desfallezcas, no te rindas, esfuérzate y sé muy valiente para la obra que tengo y estoy haciendo contigo. Yo estaré contigo en cada paso que des. Amén.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)
 #MimetaesConstruir

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