En este pasaje el Señor nos muestra la dedicación que deben tener sus planes, ya que, nos dice el verso 7 que no se escucharon ni martillo, ni hacha, ni ningún otro instrumento de hierro en medio de la construcción, lo que nos deja ver dos cosas, planeación y atipicidad, porque todo lo que se llevó para la construcción del templo nació en el corazón de Dios, se reveló a Salomón y tenía una planificación muy estricta, de manera que, cuando llegara el material al sitio para ser levantado el templo, todo cuadrara perfectamente; por otro lado fue una obra atípica, donde no hay el ruido constante, es una obra silenciosa que acalla el ruido de este mundo, para dar prelación a la voz de Dios y pueda ser escuchada su instrucción y pueda ser ejecutado a cabalidad su mandato.
El Señor también nos recalca la importancia de la pureza y dedicación de sus y a sus cosas, lo que se le conoce como Santidad (apartado del mundo para uso exclusivo de Dios), y esto es representado con la cobertura de oro purísimo en medio del lugar santísimo, según nos muestra la palabra en el verso 20. El oro es ese elemento símil que utiliza el Señor, por el proceso que debe pasar para lograr cierto grado de pureza que se conoce como refinamiento (eliminación de impurezas), y es lo mismo en medio de nuestra vida, un proceso diario en Cristo Jesús, donde morimos a nuestra carne y se vivifica su Espíritu en medio de su presencia, poco a poco vamos siendo purificados hasta que Él venga y transforme esto corruptible y sea vestido de incorruptibilidad, es un proceso, pero que debe ser diario, andando en sus estatutos, haciendo sus decretos y guardando todos sus mandamientos, andando en ellos.
Dios a través de su palabra nos ha enseñado y nos recuerda según verso 37, que lo principal en medio de las construcciones son los cimientos y debe ser lo primero, lo principal en medio de su casa; nos ha enseñado que Él es la Roca y todo aquel que edifica sobre la Roca será hombre prudente, tal y como lo dice Mateo 7:24-26, donde vendrán lluvia, ríos y vientos y no seremos movidos por la Roca que nos cimenta, Cristo Jesús. Finalmente, nos habla que esta construcción tomó cierto tiempo para ser culminada (7años), y el Señor nos quiere recordar que todo es un proceso, algunos cortos, otros un poco más largos, pero de su mano y cimentados en Él, serán culminados. No desfallezcas, no te rindas, esfuérzate y sé muy valiente para la obra que tengo y estoy haciendo contigo. Yo estaré contigo en cada paso que des. Amén.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)
#MimetaesConstruir
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