“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10)
Al momento de crearnos nuestro Padre diseñó un plan perfecto para nuestra vida.
Así como nosotros planeamos algo con la esperanza de que salga de acuerdo a nuestro sueño, el Señor nos hizo con un propósito y nos trazó un camino para cumplir ese propósito; es decir, en todos nosotros está la marca, el ADN de nuestro Dios desde siempre incluso desde antes de creer en Él, un propósito que nos está esperando y un camino de muchos que nos llevará a la Victoria.
Además, dice la palabra que cuando nos creó preparó también las buenas obras para que anduviésemos en ellas; es decir, ¡todos tenemos un llamado y una misión en medio de nuestro caminar delegado por el Rey del universo! ¡Qué honor y que responsabilidad! Saber que nos envió a este mundo a hacer algo, más que por Él, por alguien más que está esperando que nosotros lo hagamos bien. ¿Alguna vez has pensado en esto? ¿Qué de una obra de nosotros puede depender un alma?
Creo que sin excepción todos fuimos creados para ayudar en la restauración familiar de nuestra casa, por nuestros hijos y las generaciones venideras. Y es esa la motivación la que debería movernos día tras día a pelear con violencia por lo que les corresponde a nuestras generaciones. Nuestro Padre nos ha dado ese propósito y nos capacita día a día para eso y mucho de lo que hemos vivido con seguridad ha sido para entender la misión y la dimensión de la misma, no ha sido en vano cada lágrima y cada valle, cada uno ha tenido y tendrá una razón de ser, que no es un capricho sino una recompensa eterna.
Hoy quiero invitarte con amor a dejar las trivialidades a un lado, nada de lo que nos sucede hoy es eterno, todo problema, circunstancia o dolor pasa, lo que realmente queda es la misión cumplida y un avance firme en el propósito de nuestro creador, vivimos no por el día a día, ni por la satisfacción del minuto a minuto, sino en busca de un objetivo trazado solo para nosotros y que impactará a muchos, una tarea que nadie diferente a nosotros puede cumplir, creo que ni siquiera lo logramos imaginar, ¿la queremos llevar a cabo? o ¿queremos seguir enfrascadas en lo que queremos lograr aquí y en este momento?
¿Carros, casas, cuerpos perfectos, éxito, dinero? ¿O, una vida allanada para los nuestros? ¿Muros derribados, cerrojos destruidos, iniquidades derrumbadas? No fuimos llamados a trivialidades, fuimos llamadas a restaurar familias y generaciones y todo cuanto hagamos en cada minuto de nuestra vida debería estar de acuerdo con esa visión.
GVO – Casa de Refugio
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