Isaías 55:1-5 RVR1960: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado”.
Un acto de fe es aquella acción en la que creemos a ciegas; solo por lo que Dios ha dicho, por aquella palabra que nos ha susurrado, que nos ha entregado o en algunos casos nos mandó a decir. ¿Le ha pasado que recibe algo de Dios y no encuentra el camino del cumplimiento a sus ojos físicos?
Tengo que decir que a mi me ha pasado todo el tiempo, antes de mudarme al apartamento en el que vivo, guardé en una caja todos aquellos artículos de cocina que quería estrenar en ese lugar nuevo que Dios había hablado para mí; pero la realidad era incierta, tenía un pésimo sueldo y cero propuestas de trabajo.
A pesar de eso, el Espíritu Santo me llevo a perseverar, a no ver por mis ojos físicos; sino por los de la fe. Entonces empecé a guardar en una pequeña caja pequeños actos de fe. Dícese de un colador del color que soñaba, mis nuevos paños de la cocina o un pelador de papa que me recordaba a mi abuela Olfri, entre muchas otras cosas.
Después de casi año y medio paso lo que soñé, pero que a veces parecía más lejano. Obtuve un trabajo que también me dio la oportunidad de un nuevo hogar, tal como me había sido anunciado en el peor momento. ¿Cuál es el acto de fe que tenemos que hacer ahora?, ¿cuál es esa palabra que vemos tan lejana y casi seca, pero que necesita de una acción de nuestra parte para decirle a Dios: ¡YO TE CREO, TU NO FALLAS Y TU ME CUMPLIRÁS!?
¿Qué estás esperando? Te invito a que seas atrevido y atrevida, arriesgado; háblale al mundo espiritual y vuelve al sueño que parece muerto. Tú que esperas estar embarazada este año, tú que quieres una casa grande, tú que quieres cambiar de trabajo: ¿Cuál va a ser tu acto de fe? Vamos a las aguas juntos y tomemos de aquello que ya tiene nuestro nombre.
Oro al Padre para que nos levantemos hoy en fe a hacer nuestra parte, así hoy tampoco veamos, así hoy pareciera que no es posible. Si Dios lo dijo así será. En el nombre del más grande, Jesús. Amén.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (TAS)
#mimetaescomprender
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