La cita bíblica en mención es una invitación a cumplir la visión de Dios en nuestras vidas, la obra redentora que nuestro Señor Jesucristo tiene, y el poder de restaurar su imagen y semejanza en nosotros; por lo que siendo Cristo el único Bueno, cuando imitamos lo bueno, en realidad lo estamos imitando a Él.
Pero más allá del contexto doctrinal de este pasaje, me atrapó el personaje mencionado de nombre Demetrio; por lo que emprendí la búsqueda de información que me permitiera conocer más de su vida, y aunque no encontré mayor referencia, este creyente que causó enorme admiración en el apóstol Juan, quien le manifestó su marcada aprobación y respeto en esta carta; esta registrado en la tradición cristiana como un varón líder en alguna de las iglesias primitivas, que se casó con la historia por su buen comportamiento y su compromiso con la verdad y el evangelio.
Lo anterior me llevo a reflexionar en muchas cosas, pues aunque de este hombre no se habla mucho; ni en la biblia ni en la historia secular, lo poco que se dice es maravilloso; de tal manera que más relevante que la cantidad es la calidad: No se trata de dar mucho de qué hablar, de ser famoso, reconocido, aplaudido por las multitudes, se trata de vivir una vida verdadera, que hace lo bueno en lo público y lo privado. Un testimonio verdadero siempre será de un impacto perpetuo, imitar al Señor Jesucristo en todo es la única forma de permanecer en la verdad, lo demás se convierte en habladuría, fanfarronería, exceso de palabras.
Que maravilloso es tener conocidos, amistades, familiares, hermanos que cuando hablen de nosotros, puedan decir lo que todos decían de Demetrio, hace lo bueno en todo, es un hombre, una mujer de Dios, tal testimonio inmortaliza nuestra memoria, pues será una invitación a conocer a la fuente de toda bondad.
Permítenos Señor, al igual que Demetrio, ser un ejemplo vivo de tu carácter; permite que con nuestro testimonio inspiraremos a otros a optar por tus caminos, haznos imitadores prontos de Jesús, imprime pasión en nuestras vidas, en tus asuntos, y llena nuestro ser de tu gracia para fluir en el fruto de tu Espíritu; te lo pedimos y rogamos Señor, Amen.
Devocionales Refúgiate en su Palabra
Casa de Refugio (FJCG)
Leave a Reply